Entonces vi sus ojos rojos. Sentí un agudo dolor en el cuello y un frío intenso en el corazón. Desperté con otros ojos, otras manos, otras uñas, otro pelo, otros dientes... Las cortinas estaban descorridas y mi alma ya no existía. Mi amigo yacía a mi lado en un charco de sangre con la yugular desgarrada y los ojos abiertos. Su cara desencajada en una eterna agonía mostraba el terror absoluto. Y me dio risa.
Entonces vi sus ojos rojos. Sentí un agudo dolor en el cuello y un frío intenso en el corazón. Desperté con otros ojos, otras manos, otras uñas, otro pelo, otros dientes... Las cortinas estaban descorridas y mi alma ya no existía. Mi amigo yacía a mi lado en un charco de sangre con la yugular desgarrada y los ojos abiertos. Su cara desencajada en una eterna agonía mostraba el terror absoluto. Y me dio risa. Me hacía gracia mirarle... Tenía sed y bebí su sangre muerta mientras coágulos llovían de mis lagrimales. Lloraba, reía e hipaba en un doloroso frenesí. Mi vida había cambiado. Categoría:Vampiros