abstract
| - Categoría: Ciencia Doble ciego significa que, en un estudio, ni el equipo investigador ni el paciente conocen cuál de las intervenciones sobre las que se está ensayando recibe el paciente. En los estudios de fármacos, el doble ciego es relativamente fácil de organizar. En las intervenciones no farmacológicas esto puede ser difícil o incluso imposible. Mientras que se han realizado esfuerzos para transformar en ciego la acupuntura, es difícil imaginar cómo puede hacerse un diseño ciego con aromaterapia dos veces al día frente a aromaterapia una vez al día. La homeopatía es un caso similar. Sin embargo, ¿es esto importante? Se sabe que los estudios que no se realizan con control ciego sobrevaloran el efecto del tratamiento en el 17%. Con una variable final tan subjetiva como el dolor, lo ideal sería claramente un estudio controlado aleatorio y doble ciego. Si la intervención no puede ser ciega, entonces el estudio debería, por lo menos, ser aleatorio y abierto. El número de la muestra, indudablemente, debería ser más alto para los estudios abiertos, en comparación con los estudios doble ciego. Precisamente el tamaño de la muestra variará en función de la intervención y del resultado esperado. Un ejemplo de un estudio en el cual el principio de la aleatorización y el doble ciego fueron obviados dando lugar a una conclusión incorrecta, fue un estudio de analgesia epidural como tratamiento profiláctico para reducir la incidencia de dolor fantasma. Una década después, un estudio aleatorio y doble ciego mostró que las conclusiones originales estaban equivocadas.
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