Existe una infinidad de cremas (y otros tratamientos de belleza) que supuestamente suministran oxígeno directamente a la piel. Muchos de esos productos contienen peróxido (agua oxigenada), que, para los que de verdad quieran convencerse de su eficacia, les diré que se representa por la fórmula H2O2 y que, forzando la imaginación, se podría concebir como una especie de agua «con algo de oxígeno adicional», aun cuando las fórmulas químicas no funcionan realmente así (a fin de cuentas, el óxido acumulado en un puente es un montón de hierro «con algo de oxígeno adicional» y jamás se le ocurriría a alguien que pudiera oxigenarnos la piel).
Existe una infinidad de cremas (y otros tratamientos de belleza) que supuestamente suministran oxígeno directamente a la piel. Muchos de esos productos contienen peróxido (agua oxigenada), que, para los que de verdad quieran convencerse de su eficacia, les diré que se representa por la fórmula H2O2 y que, forzando la imaginación, se podría concebir como una especie de agua «con algo de oxígeno adicional», aun cuando las fórmulas químicas no funcionan realmente así (a fin de cuentas, el óxido acumulado en un puente es un montón de hierro «con algo de oxígeno adicional» y jamás se le ocurriría a alguien que pudiera oxigenarnos la piel).