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| - La Masacre Carmesí es un Capítulo Renegado de Marines Espaciales del Caos, originalmente conocido como los Sables Carmesíes, que se entregó al Caos durante el M41. Llegaron a este milenio siendo la última defensa de la Humanidad. Ya fuera por algún destino funesto o la insidiosa influencia de alguna entidad sobrenatural, estos poderosos guerreros se apartaron de la Luz del Emperador. Su propia locura, o quizás su falta de fuerza de voluntad, es lo que los ha conducido a través de un camino de condenación, un camino del que ya no hay vuelta atrás.
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| - La Masacre Carmesí es un Capítulo Renegado de Marines Espaciales del Caos, originalmente conocido como los Sables Carmesíes, que se entregó al Caos durante el M41. Llegaron a este milenio siendo la última defensa de la Humanidad. Ya fuera por algún destino funesto o la insidiosa influencia de alguna entidad sobrenatural, estos poderosos guerreros se apartaron de la Luz del Emperador. Su propia locura, o quizás su falta de fuerza de voluntad, es lo que los ha conducido a través de un camino de condenación, un camino del que ya no hay vuelta atrás. El Imperio ha intentado censurar todos los rumores acerca de que un Capítulo entero de Marines Espaciales había sido corrompido, ya que los Marines Espaciales del Caos son un poderoso y temido enemigo: poseen la fuerza y habilidad de un Marine Espacial y su poderoso equipo de combate; además, tales enemigos portan el corruptor poder de los Dioses Oscuros del Caos y sus macabros dones. Estos Traidores son expertos en el uso de poderes arcanos, armamento creado en los infiernos de la Disformidad y máquinas de guerra poseídas por Demonios capaces de emular a las más temidas criaturas de pesadilla. No pararán ante nada para llevar a cabo sus oscuros propósitos. Sin embargo el Imperio no ceja de intentar ocultar la verdad sobre los Masacre Carmesí: sus actos son demasiado atroces, la escala de sus sangrientas matanzas demasiado grandes. Desde que dieron la espalda al Imperio que juraron defender, los Masacre Carmesí han forjado sangrientos senderos de destrucción por toda la galaxia. A su paso no han dejado más que masacres tan repulsivas por lo salvaje y brutal de sus actos, que incluso los más duros veteranos prefieren apartar la avista a afrontar la visión que estas ofrecen. Los Masacre Carmesí golpean con la misma precisión y contundencia que el resto de fuerzas de los Marines Espaciales. A sus tácticas de ataques relámpago y puntas de lanza blindadas se suman maliciosas máquinas de guerra controladas por entes demoníacos y oleadas de Cultistas descerebrados. Acompañando al armamento pesado y los Bólteres tradicionales se unen explosiones de magia prohibida e intensos bombardeos de fuego disforme. Para los combates cuerpo a cuerpo los Masacre Carmesí dan uso a las poderosas Espadas Sierra y los venerados Puños de Combate acompañados de latigazos de tentáculos causados por mutaciones o impactos de garras tan afiladas que podrían rajar el casco de un Dreadnought en dos con facilidad. Contra ellos no hay defensa que pueda resistir, no hay búnker que permanezca intacto. Al final, muchos de sus enemigos simplemente echan a correr esperando encontrar cobijo entre las ruinas de su mundo. Sin embargo, los Masacre Carmesí les perseguirán por todos los métodos a su alcance: pactos de sangre, augurios, Auspex e instrumentos disformes y el final será el mismo para todas sus desafortunadas víctimas. Nadie puede ocultarse, nadie puede escapar; todos morirán, ya sea a golpes de Espada Sierra o disparos de Bólter. Los ataques bien coordinados han sido siempre el sello de identidad de las fuerzas de Marines Espaciales, pero nadie emplea estas tácticas con mayor maestría que los Masacre Carmesí. Con su armamento infernal causan el desconcierto en sus enemigos, blandiendo tan letales armas igual que un poderoso maestro de esgrima emplearía su propia espada. Aun con todo, nada gana en horror a la violencia gratuita que desatan y las masivas purgas genocidas que llevan a cabo. Pero hay algo que hace a los Masacre Carmesí aún más aterradores que cualquier otra de las amenazas que acechan en esta era de barbarie. Sucesos extraños empiezan a producirse cuando los Masacre Carmesí se unen a la batalla. Cosas terribles y sobrenaturales, demasiado horribles para ser descritas sólo con palabras. Espíritus fantasmagóricos surgen de las sombras y constantes premoniciones de la condenación que está por llegar saturan el aire como una neblina funesta. Los cielos sangran, las paredes se funden y retuercen dando lugar a formas grotescas en ángulos imposibles mientras de ellas brotan los gritos de los condenados que aúllan a los cielos carmesíes. Estos sucesos persiguen a los Masacre Carmesí. Como garras chirriantes sobre el acero o el lento y constante raspar del esmalte de los dientes para llegar al nervio que albergan, las malditas y afiladas voces les susurran contantemente. Como un sonido repulsivo, el susurro no es nada al principio, apenas un murmullo lejano tan tranquilo que un guerrero solitario ni siquiera tendría en cuenta ni llamaría su atención. Pero van aumentando su intensidad, no sólo elevando su tono sino también su poder. Al igual que un goteo constante puede perforar las más duras rocas, así actúan estas voces. Sólo a través de los actos de barbarie y carnicería más inhumanos pueden los miembros de la Masacre Carmesí encontrar momentos de paz alejados de esta constante agonía. Sólo la sangre derramada en batalla puede disipar este mal que les aqueja, que les persigue muy de cerca, a cada paso que dan. Sólo convirtiendo mundos enteros en crueles mataderos pueden hacer que estas voces paren, aunque sea de una forma efímera. Al principio, el Capítulo Renegado hizo frente a su maldición, resistiéndose a ella con todas sus fuerzas (y quizás aún resistan). Muchos de ellos, sin embargo, ya han roto sus cadenas que les forzaban al servicio y a las privaciones carnales. Finalmente han abrazado el poder y la locura otorgados, anhelando únicamente poder apaciguarla mediante la constante masacre. Ya es imposible distinguir quién está más maldito, si el guerrero que se odia a sí mismo por los pérfidos actos que lleva a cabo o aquel que ha desarrollado un cierto placer cometiéndolos. En cualquier caso, el poder de la Disformidad y la sombra del Fin de los Tiempos crecen más y más. Las campanadas del juicio resuenan como un preludio a la fatalidad. Y en algún lugar de la galaxia, o quizás escondidos en la más profunda oscuridad, los Masacre Carmesí son impulsados una vez más por las voces que les atormentan a comenzar la caza.
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