Un médico, una vez colocó pacientes moribundos en una pesa para medir el peso del alma humana cuando estos fallecieran. Descubrió que pesaba 21 gramos. Los que creen que el cuerpo se vuelve más ligero -en el momento de la muerte- parecen pensar que el alma tiene peso, peso que necesariamente tiene que salir con ella, y - con estricta veracidad- ha habido discusiones de esta naturaleza donde se ha afirmado que, en el mismo momento de su fallecimiento, se han colocado personas en delicadas pesas que han registrado su degravitacion mortuoria. Pero estas personas nunca han sido capaces de especificar en qué laboratorio macabro tuvo lugar esto, o qué casa privada y muy bien equipada ocurrió, o los nombres y direcciones de los familiares que de manera encomiable colocan la curiosidad científica
Un médico, una vez colocó pacientes moribundos en una pesa para medir el peso del alma humana cuando estos fallecieran. Descubrió que pesaba 21 gramos. Los que creen que el cuerpo se vuelve más ligero -en el momento de la muerte- parecen pensar que el alma tiene peso, peso que necesariamente tiene que salir con ella, y - con estricta veracidad- ha habido discusiones de esta naturaleza donde se ha afirmado que, en el mismo momento de su fallecimiento, se han colocado personas en delicadas pesas que han registrado su degravitacion mortuoria. Pero estas personas nunca han sido capaces de especificar en qué laboratorio macabro tuvo lugar esto, o qué casa privada y muy bien equipada ocurrió, o los nombres y direcciones de los familiares que de manera encomiable colocan la curiosidad científica y religiosa antes que la preocupación sentimental por la comodidad del paciente moribundo.