About: dbkwik:resource/E7VFrIO9cZyeIv1zh5I04g==   Sponge Permalink

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  • Guerra de los muertos
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  • El poder se lo hace a todos. Nos corrompe o al menos a nosotros que lo tenemos. Aunque nadamos solamente para arrastrarnos por las negras aguas de la nigromancia, no nos es fácil mantenernos a flote. Nuestra humanidad es la costa, las palmeras, la misma arena. Colocas tu humanidad lado a lado con el derecho de que eres un hechicero del infierno, junto a la infinita expansión del océano, y decides que ser un hechicero es mas divertido. Sabemos que un día, uno de nosotros tratara de levantarse e intentara ensamblar un ejercito de los muertos en la tierra. "Te derramaste algo encima" Me pregunta.
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  • El poder se lo hace a todos. Nos corrompe o al menos a nosotros que lo tenemos. Aunque nadamos solamente para arrastrarnos por las negras aguas de la nigromancia, no nos es fácil mantenernos a flote. Nuestra humanidad es la costa, las palmeras, la misma arena. Colocas tu humanidad lado a lado con el derecho de que eres un hechicero del infierno, junto a la infinita expansión del océano, y decides que ser un hechicero es mas divertido. Te llama la atención. No puedes alejarte de ello, así que nadas mar adentro para tener una probada mas grande. Para sentirlo por todo tu cuerpo, en lugar de solo observarlo y remojar tus dedos allí. La primera vez que nadas en el océano de los muertos, el agua es eléctrica para tu alma. Te electrocutan, te muestran cosas que no puedes comprender, pero que eventualmente si llegas a comprender. Pero sucede que un día simplemente decides que estas cansado de nadar, y tratas de regresar, pero la costa ya no esta. Ya no nadas de regreso. La marea te sigue llevando. Te lleva a los tiburones y a un abismo desconocido debajo de ti. El único lugar al que puedes ir es hacia abajo, un lugar donde ningún hombre ha estado antes. Ese es el conflicto de mi familia, y a lo largo de los años han inventado una sociedad y un código. Si tengo al hombre indicado, entonces el hombre enfrente de mi ha arrollado a nuestros ideales hasta el piso. Nuestras tradiciones, nuestras leyes, nuestra comunidad. La verdad es que nosotros los necromanticos no le tenemos miedo a los muertos, sino a nosotros mismos. Sabemos que en algún momento alguno de nosotros se volverá demasiado potente porque nos cruzamos con el demonio correcto con el poder apropiado, o porque le sacrificamos un espíritu particularmente poderoso al inframundo. Sabemos que un día, uno de nosotros tratara de levantarse e intentara ensamblar un ejercito de los muertos en la tierra. Los Chomhairle creen que este es el hombre que impone esa precisa amenaza. Me mandaron a buscarlo luego de que encontramos su diario. Cuando mi padre supo que su hermano había desertado del aquelarre y que le había dado una piedra de sangre a un niño cualquiera, todo por un desacuerdo, automáticamente puso una sentencia de muerte a ese niño que ahora es un hombre. No podiamos empezar a buscarlo hasta que dejara su piedra de sangre, hasta que dejara una muestra de poder a la cual nos pudiéramos aferrar, que pudiéramos seguir. El hombre me mueve para pasar al orinal con un murmuro. "Disculpe", y le da pena mirarme a los ojos. Parece cansado y agotado. Esto es un buen inicio. Podría ser el. Me tomo mi tiempo en el lavabo, me lavo y enjuago las manos, esperando que el termine justo a tiempo para que pueda ver su rostro por el espejo. Para iniciar una insignificante conversación de 10 segundos. Lo que sea. Tengo que saber. No puedo salir de este lugar, incluso si esto significa que estoy a punto de morir. Tal vez tenga que quedarme aquí un rato. El esta tan pero tan familiarizado con el mundo de los espíritus, que puede que el lo conozcan tan íntimamente en este preciso momento que lo que yo lo podre conocer alguna vez en mi vida. Si esta persona es el, entonces su aspecto engañoso es mas fuerte que cualquiera en nuestra historia. Sabemos algo de lo que el es capaz. Algo, pero no todo. Espero que un minuto en este baño sea la conclusión de la mas larga cacería de gansos salvajes en la historia de Chomhairle. Si esta persona es el, me iniciaran como un miembro del concilio. Si no lo es, entonces estaré fuera por lo menos otros 100 años. Mis ambiciones dentro del concilio no son nada en comparación con mi sed de poder. El baño es pulcro, de cinco estrellas y de la nueva era. Por supuesto esta en el centro de Soho. Una letrina de rebeldía juvenil. La luz verde de este lugar es muy fuerte. Esa es la pista numero uno de que tengo al hombre indicado. Déjame decírtelo. Cuando se la sacude, se pasa 5 segundos adicionales rascándose los testículos, y luego se los soba un poco mientras observa el anuncio del club nocturno swingers en la esquina arriba del orinal. Incluso si este tipo no es el, aun es un pervertido, y he decidido sacrificarlo si es mi sexto de identidad equivocada en un año por simple frustracion. Me lavo las manos por segunda vez, esperándolo, tratando de que no me de asco. Finalmente se sube el cierre y se dirige hacia el lavabo. Y allí esta la pista numero 2. "Te derramaste algo encima" Me pregunta. Nunca había escuchado su voz. Suena diferente de como me la imaginaba. Se como ve el mundo este peligroso hechicero. Cometió un error al compartir sus mas intimas confesiones conmigo. Nunca debió escribirlas. Su ego puede ser su debilidad, si soy lo suficientemente fuerte. Tal ves. Tiene que ser el. Me lo digo a mi mismo una y otras mil veces en una fracción de segundo. "Cangrejos. Condenadamente bueno, pero parece que no puedo terminar de un plato sin salpicarmelo en las mangas". Le digo, chorreando un poco de jabón en la toalla de papel y tallando mis mangas perfectamente limpias. "¿No estas un poco viejo como para estar cenando aquí? Creería que estarías cenando en Mesa o de palma". Me dice, y tiene un punto valido. Si me siento un poco fuera de lugar aquí. Soy la única persona en el edificio que tiene mas de 25 años. El es audaz. Cree que es invencible, y creo que esa es la pista numero 3. Impunemente dice lo primero que se le viene a la mente, siempre lo ha echo. Eso explica las 4 ex esposas y las masculinas decoraciones de su casa. Miro fijamente sus ojos en el espejo, y el esta muy ocupado enfocándose en mi bolsillo. Esta es la pista numero 4, y es la mejor de todas. Ahora estoy seguro de que el es el nigromante que anda suelto. Sus ojos tienen un brillo verde en el fondo, algo que los humanos normales no pueden ver. El siente la piedra ardiendo con fuego helado en mi bolsillo. Sabe que me esta jodiendo y eso que solo ha estado parado junto a mi por medio minuto. Esto se debe a que el no puede ignorar la presencia de la piedra. Esta persona es el. Antes de que el muera, tengo que escuchar su historia. Tengo que saber como es que usa la magia de la sangre sin el artefacto, incluso si mi propio padre me mata por eso. Puedo sentirla buscando. Rogándonos que la usemos. No es fácil decir que no, incluso para mi. No me sorprende que el se ha vuelto en tan poco tiempo. No ha tenido a alguien que lo limite. A pesar del corte de cabello impecable y el rostro de un veinteañero, se que estoy mirando a un demonio en la piel de un humano. Busco en mi chamarra y sus ojos se agrandan cuando se da cuenta de la magnitud de este pequeño encuentro en el baño de hombres. Siento que la piedra esta fría y rígida, pero en lugar de sacarla saco un paquete de chicles. Cuando pongo uno en mi boca, le ofrezco uno también. "Para refrescar el aliento? Tienes una cita aya afuera, tu tan exitoso y joven. Apuesto a que ella es incluso mas joven que tu". Le digo con una pequeña sonrisa. Él balbucea y trata de hablar, y le toma un buen rato recuperarse. Probablemente es la primera vez que se siente inseguro en décadas. "Esta bien. No digas nada todavía. Sabes, ese diario tuyo si que fue una lectura fascinante". Le digo mientras mastico el chicle de menta. Se toma su tiempo, buscando las palabras correctas. Creo que en parte es porque tiene miedo, en parte porque esta emocionado, y en parte es porque esta completamente asombrado. No puede creer que alguien lo ha echo. Quizás ha esperado este día, o quizás lo ha estado temiendo. Es mas que probable que lo haya considerado como algo imposible. Es lo suficientemente presuntuoso. Después de todo nadie ha echo lo que el ha echo, o eso es lo que el cree. "Tienes algo que me pertenece. Ha pasado mucho tiempo. Espero que le hayas dado un buen uso. Pero me gustaria tenerlo de regreso". Me dice. Lo obedezco y pongo el frió artefacto de eterna juventud en la palma de su mano. "¿Como seguiste haciendo el ritual sin la piedra? Es algo imposible". Le digo. Tengo mi propia lista de preguntas, y mi padre quiere que lo lleve a nuestras tierras gaélicas con vida. Me importa poco lo que mi padre quiera, el y su viejo código. Se que este hombre tiene respuestas reales para mi, porque el no tiene limites. Esta reuniendo algo adentro. Algo poderoso. Si decide batirse a duelo conmigo en este momento, estoy muerto. Garantizado. "Si estuviste practicando el arte antes de haber encontrado mi casa y las cosas que deje atrás. Entonces ya deberías de saberlo. Tu necropotencia es débil". Me dice y se ríe de mi. "¿Estas decepcionado?". Le pregunto. No responde inmediatamente, pero en lugar de eso pone sus manos firmemente en la puerta del baño. La madera pulida brilla con una energía ondulante, hasta que el pliegue de entre el marco de la puerta ya no exista. Ha creado una especie de cuarto de confinamiento. Al sellar este cuarto del mundo real, lo ha convertido en un teatro de lo macabro. Saca un delgado fragmento de tiza blanca de su bolsillo y se arrodilla. Lo veo dibujar un círculo improvisado de invocación, pero a propósito me quedo de pie en la circunferencia, impidiéndole que lo termine totalmente. "Muevete". Me dice. "Dime como. Yo no estoy aquí para entregarte a ellos. No te voy a matar si no es necesario". Le digo. Estoy fanfarroneando. Espero que el no lo sepa. "No te voy a preguntar otra vez". Dice. "No me voy a ir sin respuestas". Le digo. Al momento siguiente, veo un brillo frió y rojizo saliendo de sus manos, y mi cuerpo y mente son incapaces de procesar la naturaleza de su ataque. Siento una onda de impacto en mi pecho y frente. Siento como si la parte trasera de cabeza se hubiera dividido por un rayo de magia de muerte, y que mi sangre y mis sesos se escurren por allí. Siento una dura superficie contra mi cabeza. Me quejo y siento un impulso caliente de humedad cobriza en mi boca. Finalmente me doy cuenta de que estoy tendido en el piso como un cadáver. Pase de estar de pie en el baño a una arrugada masa de huesos rotos sin saber como defenderme. Se que no le puedo dar batalla. No tengo oportunidad. Mi boca esta rota. No puedo hablar. Veo otro brillo, esta vez azul. Siento huesos reparándose y carne derritiéndose con carne combinándose. Siento cada parte de mi cuerpo juntarse. El dolor es inmenso. Peor que cualquier cosa que he sentido en mi vida. Ni siquiera me doy cuenta de que tan fragmentado esta mi cuerpo hasta que el lo vuelve a armar en reversa, al sentir que mis huesos se rompen y se vuelven a romper para acoplarse unos a otros hasta que el hechizo se termina. Cuando el encantamiento finaliza, jadeo dentro del circulo de tiza, y quiero rogarle misericordia, pero eso seria un error. Uno fatal. Aunque mi cuerpo se siente entero otra vez, me tiene encerrado dentro del circulo de convocación, encadenado por la improvisada fuerza de unión. No puedo mover nada mas que mis labios. Puedo hablar otra vez. Aunque el es directamente el responsable de mi aflicción, logro susurrar un "Gracias", por arreglar el daño. El me ignora y pone la frígida piedra en mi frente. En su otra mano tiene una navaja manchada de sangre. Siento el filo de la navaja en mi muñeca. Me esta drenando algo de sangre. Siento que me debilito considerablemente cuando pasa su mano sobre mi cara. Esta siendo algo misericordioso. "Marbh kala". Dice. Conozco esa lengua siseante. El viejo idioma. Me sorprende que conozca las palabras, pues yo las he conocido de mi padre y de los tomos de la secta. Mi cuerpo empieza a levitar en el aire y mi sangre corre libremente de mi muñeca como una cascada escarlata. Se junta en una reserva debajo de mi, en el centro del circulo. El corta mi otra muñeca y también mi carótida. Me estoy desangrando a un ritmo que me dice que no sobrevire. Ella aparece en lo que parece ser nada de tiempo, pero no puedo confiar en mis sentidos, porque el delirio con sus propios fines se esta apoderando de ellos. Ya no me puedo concentrar. Escucho la voz de ella y luego la de el. Creo que el la ha convocado desde la mesa del restaurante hasta el baño para encubrirse. Ella no sabe lo que esta pasando. Esta perdiendo la razón por cada segundo que pasa, pues hace momentos estaba en una cita perfectamente normal. Escucho un fuerte "NO", y luego un gutural y húmedo gorgoteo. El suspende el cuerpo de ella en el aire junto al mio, y comienza el cántico. Creo que ella ya esta muerta. El siseo se acelera y se convierte en un flujo de silabas y ruidos de frases arcaicas que yo no entendería incluso si estuviera totalmente despierto y alerta. Lo habla mas fluido de lo que mi padre jamas lo ha hablado. Mientras veo que la sangre de ella se derrama en el piso, juntándose con la mía, me doy cuenta de que este hombre esta mas allá de cualquier cosa que nosotros jamas hemos hecho o logrado. Me hace pensar que el verdadero poder se encuentra dentro de uno mismo, dentro de una única identidad de autodescubrimiento y aprendizaje, y no dentro de un circulo de presuntuosos magos de la muerte que se han aferrado a los mismos éxitos y tradiciones que han limitado su progreso por siglos. Los ojos de ella están vacíos, vacíos mares de avellana. Mientras que el espera a que ella se termine de desangrar, me doy cuenta de que yo mismo he dejado de sangrar, y no debería estar vivo. El me mantiene respirando aunque mis venas están tan secas como el valle de la muerte, y nuevamente me muestra algo que no creía posible. Estoy contento de flotar y observar, y me doy cuenta de que incluso si estos son mis últimos momentos, no los merezco. No merezco ninguno de los oscuros regalos que el tan prominentemente me ha demostrado en este privado nicho del reino inferior. Respiro y no hay aire. No necesito respirar. Estoy vivo en mi muerte, fortalecido por la éxtasis de un ritual que nunca antes había presenciado. Desconozco totalmente su objetivo. Solo puedo observar. El deja de cantar. El hechizo ha terminado. La sangre en el piso comienza a zumbar con vida propia, mientra se separan. Eventualmente, dos charcos escarlata descansan en ambas fronteras del circulo y uno zumba con un toque esmeralda en el. Puedo sentir trazos de el en mi mente. Es ajeno a mi. La sangre brillante no es mía. Es la de ella. La reserva comienza a levantarse, como un espiral del flujo vital comandada por la necropotencia de un verdadero maestro. Forma un contorno salvaje y bestial, pero de ningún animal que existe en la tierra. Es el espíritu chillante de un demonio convocado para existir en un temporal cuerpo liquido. "ARDMHAISTIR". La criatura de sangre habla. El le ha enseñado a los demonios a hablar con palabras creadas por la mente humana, y espero el siguiente momento en el cual el marcara la profundidad de su poder en mi. Observo y creo que la palabra que el ha dicho significa "Gracias" o "Maestro", pero no estoy seguro. "Glac eisean". Dice. Se lo que significan estas palabras. Mi padre se las dijo al espíritu de mi madre cuando me rechazaron en mi vientre. Nací con la cabeza por delante. La causa del sufrimiento de mi madre, su dolor y su eventual muerte en las violentas manos del parto. Antes de que se fuera al inferior, mi padre convoco a su espíritu. Le pregunto como podía seguir atado a una vida mortal sin su amor. Ella dio una respuesta. Glac eisean. Toma. Estaba destinado a morir como un ser humano, pero soy el hijo de alguien que domina sobre la muerte como si esta fuera su propio campo de juegos. Eso lo convierte en un padre diabólico, y un excelente nigromante. La figura sangrienta del demonio obedece su orden. Lentamente flota en el aire, como una anguila liquida, hasta que se divide en tres torrentes mas pequeños. Se detiene en mis muñecas abiertas y en mi garganta cortada, y se lanza entre mis venas con la misma autoridad de quien esta a cargo del circulo. El regreso de la sangre a mi cuerpo y el termino del ritual me dan fuerza. Cuando mis manos y cabeza dejan de temblar, me doy cuenta de que puedo mover mis brazos y piernas. Muevo mis piernas al precipicio del circulo y caigo al piso del baño con mis pies, como si estuviera saliendo de una cama de aire. "Que me hiciste". Le pregunto. La respuesta es algo que me asusta, pero a su vez es algo que tengo que saber. "El ritual de la juventud, sin la piedra. Ahora ya sabes el tipo de sacrificio que requieres. Cada vez, cada gota tiene que ser reemplazada. Un alma nueva. El mas caro y demandante ritual necromantico de todos, excepto por uno". Me dice. Giro mi cabeza para ver mi reflejo en el espejo, y en efecto mi rostro es tan joven como el de el. Ya no estoy en mis casi 40 años, ahora tengo veintitantos otra vez. "Lo intente muchas veces. Incluso con la piedra de sangre. No soy nada comparado contigo". Le digo. "Pensé que algún día alguien se me presentaría con esa piedra. No tenia idea de que seria un miembro de la familia de ese viejo. No sabia que había otros. Solo era un reto. Antes mi vida era tan simple, tan terrible que quería morir. ¿Cuantos de nosotros hay?" Me pregunta. "23, incluyéndote. Si supieran lo que ahora se, mandarían a su mejor hombre. No soy nada. Ellos creen que eres un incipiente, jugando con poderes que están mas allá de tu control. Pero has dominado a la muerte de una manera mas allá de las que alguna vez he visto. Ellos no son un reto para ti". Le digo. La necropotencia no se estudia. No se aprende. La practicas, y sacrificas. Sacrificas una y otra y otra vez. Destruirás mucho en tu búsqueda para encontrar un método para extenderla". Me dice, y su expresión es sombría. "Mi padre me ha dado la tarea de destruirte. Si regreso y esta tarea no esta terminada, el mismo me matara". Le digo. "Tienes mas oportunidades contra el, o contra mi". Me pregunta. "El". Le Digo, y mis mejillas se enrojecen. Me avergüenza que el líder de la secta quien también es mi padre, sea tan débil en comparación a esta mente maestra. "¿Quieres saber porque escribí ese diario?" Me pregunta "Por la misma razón por la cual dejaste un certificado de muerte con las memorias de tu vida humana. Para retar a aquellos que tengan un sentido de justicia". Le digo. "No eres el primero que lo lee. Había un detective suelto, a quien suspendieron porque estaba volviéndose peligroso, encontrando algunas de las cosas que yo había hecho. Nunca tomo la piedra. Trato de usar la ley". "Cuantos años les sacaste" Le pregunto. "Ninguno. El tiempo fue para Sasha". Me dice. "¿Tu perro? ¿Todavía anda por aquí?" Le pregunto. "Ya no es un perro. Mas bien es una bestia del infierno. Pero si. Estoy muy unido a ella". Me dice. "¿Entonces porque el rastro, si no es por presunción? Si sientes que no estas por encima de nadie". Le pregunto. "Por el poder. Alguna vez tu padre te ha hablado del Cogath dar Marbh". Me pregunta. Me siento enfermo. En este momento se lo que el desea. El legendario deseo de cualquier Necromantico. La guerra de los muertos. "Por favor, no. Yo no". Le digo. "Deje el rastro para encontrar a alguien que haya estado dentro del circulo, porque necesito a dos de nosotros para completarlo. He esperado todo este tiempo, sin hacer nada. No saldrás de este cuarto hasta que hayas terminado el ritual conmigo". Me dice. "No. No puedo. ¿Porque querrias liberar a...." Me interrumpe. "Si. Tienes que ser tu. Alguien que ha sentido el toque del inferior". Me dice. "¿Como conoces la leyenda?" Le pregunto, con miedo en mis ojos. "Tal vez les has hablado a los muerto. Tu padre también. Pero no los has escuchado. No les has preguntado que es lo que quieren." Me dice. "Nosotros nos les servimos. Ellos nos sirven a nosotros." Le digo, pero se que mis palabras eran huecas vacías cuando lleguen a su cerebro. El tono de su voz me aterroriza. Se ve tan ebrio de poder. "Los muertos me han dado el regalo de la eternidad, y los he comandado lo suficiente. Es hora de darles lo que desean." Me dice. Sus ojos arden como los de un loco, y se que no puedo detenerlo. Es tan condenadamente ambicioso que no se detendrá por nada hasta traer a los muertos de regreso a la tierra. "Ya eres el mas poderoso señor de los muertos. ¿Porque someterte al cogath? No necesitas el poder. No tienes competencia." Le digo y pienso en mi padre y su ciega presunción, y pienso que este hombre sera la muerte de mi padre, y relativamente pronto. "Tu no entiendes pequeño Chomhairle. Ellos me dijeron desde la primera vez que los vi en mi ático que yo soy su hombre. Que yo los traería de regreso para andar en el mundo como los leales súbditos que son. Que me volvería un linch. Una viva encarnación de poder unida con la muerte. ¿Sabes cuanto tiempo he esperado? Esto ya no se trata de mi. Se trata de ellos." Me dice, lamiéndose los labios y tronándose sus dedos. No me puedo mover. Mis piernas son piedra. "Necesitas a dos. Creíste que eras el único necromantico vivo en la tierra, por eso dejaste la piedra. Para ver si alguien se empapaba del arte y se convertía en un novato, para que pudieras sacrificarlo en el ritual." Ahora todo tiene sentido. No es su ego. No es por el poder. Solo quiere hacer el ritual que nunca ha echo. El Cogath dar Marbh. Los grilletes vuelan, proviniendo del piso del baño, mandando fragmentos de metralla de travertino por todo el cuarto. Húmedas y apretadas hebras de materia venosa y punzantes se enredan alrededor de mis muñecas y tobillos. Son como tentáculos de sangre, tratando de arrastrarme al negro abismo de donde salieron. Su cara esta cambiando. Las paredes de este cuarto se han derretido. Estamos en una tempestad del inferior. Entre truenos y formas siseantes, veo los huesos de su rostro. Veo al humano transformado en demonio por lo que realmente es, y a pesar del terror que me llena, estoy aterrorizado. Los huesos de sus rostros pálidos y blancos a la luz de los truenos me parecen hermosos. Quiero convertirme en lo que el es ahora, en frente de mi. Violentamente pasa la navaja en su pecho, derramando sangre en la isla de piedra sin vida donde estamos, suspendidos en el inferior. Su necropotencia es demasiado fuerte como para que el demonio se resista. Lo obedece una gigantesca masa de flamas negras y caos gaseoso. La voz resuena en mis oídos y suena como algo que jamas he escuchado en la tierra. Ni como ningún espíritu que he hablado en mi vida. Aquí en el territorio de los muertos, ellos no están obligados a comunicarse con nosotros en nuestras lenguas e idiomas echos por el hombre. Aqui los escuchamos y los entendemos. El le dice al demonio que estamos a punto de entrar en guerra, y que les diga a los espíritus que se reúnan en lugares estratégicos para la invasión. Antes de partir el demonio le dice que no puede completar el ritual sin 2 necromanticos. El se enoja y me señala. El demonio mueve la cabeza y se desvanece en la nada. El grita de rabia, sacando una navaja nuevamente. Manda otra onda de fuerza verde que me manda al suelo, aunque esta vez no me rompe los huesos. La navaja curva es violenta con mi garganta. "¿UNO DE ELLOS?, ¿UNO DE ELLOS?" Repite una y otra vez, delirante rebanando mis brazos y antebrazos mientras trato de detener que la punta del arma se me clave en el ojo. "Por favor, detente. Que estas haciendo...." Tartamudeo. La navaja esta tan afilada, es tan dolorosa. "Estabas muerto tres meses antes de salir de su vientre. Tu padre hizo un ritual y te dio el aliento del espíritu antes de que hubieras nacido. Cuando llegaste al mundo apenas respirando, un feto cadavérico, el negocio con el inframundo. Ellos tomaron la vida de tu madre en lugar de la tuya." Me dice. Y entonces me doy cuenta. Me doy cuenta de que no soy humano y de que nunca tuve un poder sobre este hombre. O sobre ningún otro. Me doy cuenta de que soy de los muertos, y que su indomable poder sobre mi recibe en el preciso echo de que el es un necromantico. Me rió de el. Cuando finalmente se tranquiliza, me doy cuenta de que me observa con una especie de anhelo, y se que el me respeta, pues soy un espíritu muerto en un cuerpo humano. Seré parte de su reino de los muertos en la tierra. No me detendré ante nada para cumplir sus sueños. Sierra fuertemente su puño, y en medio de este circulo de convocación, lentamente reconstruye el baño hasta que todo esta donde debería estar, y el sello de la puerta esta roto. Me restaura hasta lo que era antes de entrar a este santuario de eternidad, excepto que ahora soy un espíritu de unos veintitantos años, caminando junto a los patrones del restaurante, un camaleón del inframundo. Cuando llegamos a la acera, el aire nocturno es delicioso y gratificante en mi piel. El filo de la navaja en la espalda no lo es. "Llévame con tu padre." Me dice. Y empiezo a caminar. Eventualmente, un animal feroz y retorcido se nos une, con ojos como fuego del infierno. Sasha. Siendo el rehén del mas grande depredador de Hades y su mascota, apresuro el paso y se que la guerra de los muertos ha sido retrasada por una tarde mas. También se que su paciencia es infinita. Ahora es mi guerra, aunque solo soy un soldado de los perdidos. No descansare hasta que el asesino que intercambio mi miserable vida por la de mi madre, reciba justicia. Luego encontrare a los otros 22 y los castigare por ser débiles, si es que el no lo hace primero. Porque yo estaba muerto antes de venir al mundo, y eso significa que el no es mi padre. Es un manipulador de espíritus. Ahora estoy con el único. Con el único que me sirve a mi y al resto de su reino con tanta fe. Un señor de la guerra de esqueletos, cadáveres, sangre y huesos. Un heraldo de salvación con suficiente necropotencia como para cumplir nuestros sueños. Ahora estoy con el verdadero maestro, y el nunca descansara de sus esfuerzos. No hasta que el ultimo de los vivos deje de existir en la fas de la tierra. Author: Violent Harvest Creepypasta original: Traduccion: Google + arreglos
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