A Emoto se le ha calificado como el “profeta del agua”. Defiende que los beneficios de la homeopatía residen en la memoria del agua, y no solamente por el uso de compuestos ultra-diluidos de supuesta validez terapéutica, sino porque el agua tiene capacidad terapéutica, dependiendo del entorno del que provenga. Las afirmaciones de Emoto están consideradas como pseudocientíficas y es ampliamente criticado por sus afirmaciones que violan claramente las leyes de la física por emplear métodos inapropiados para refrendarlas.
A Emoto se le ha calificado como el “profeta del agua”. Defiende que los beneficios de la homeopatía residen en la memoria del agua, y no solamente por el uso de compuestos ultra-diluidos de supuesta validez terapéutica, sino porque el agua tiene capacidad terapéutica, dependiendo del entorno del que provenga. Las afirmaciones de Emoto están consideradas como pseudocientíficas y es ampliamente criticado por sus afirmaciones que violan claramente las leyes de la física por emplear métodos inapropiados para refrendarlas.