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| - Londres, Inglaterra, 1222 d.C. El arzobispo realiza un juicio en contra de Sir Joshua. Cuando un hombre va a buscarlo a su celda, Sir Joshua se encuentra escribiendo y pide que le den más pergaminos. Se muestra lo que estaba escribiendo: una carta dirigida a su hijo, en la que explica que quiere establecer contacto nuevamente con él, ya que se distanciaron desde la muerte de la madre del joven. En eso, llegan tres hombres y dos de ellos lo mojan con un barril de agua; Joshua, se desespera por sus cartas y los golpea. Luego, llega el Padre John, pidiéndole a Joshua que se vista para la orden de los caballeros templarios. En el camino, Joshua le pide al Padre que le entregue todas sus cartas y posesiones a su hijo, William.
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| - Londres, Inglaterra, 1222 d.C. El arzobispo realiza un juicio en contra de Sir Joshua. Cuando un hombre va a buscarlo a su celda, Sir Joshua se encuentra escribiendo y pide que le den más pergaminos. Se muestra lo que estaba escribiendo: una carta dirigida a su hijo, en la que explica que quiere establecer contacto nuevamente con él, ya que se distanciaron desde la muerte de la madre del joven. En eso, llegan tres hombres y dos de ellos lo mojan con un barril de agua; Joshua, se desespera por sus cartas y los golpea. Luego, llega el Padre John, pidiéndole a Joshua que se vista para la orden de los caballeros templarios. En el camino, Joshua le pide al Padre que le entregue todas sus cartas y posesiones a su hijo, William. Llevan a Sir Joshua ante la orden. El arzobispo le dice que tienen cargos graves contra Sir Joshua y que debe mostrarte más respetuoso y pararse derecho, pero el acusado le muestra que le falta parte de la pierna derecha y por eso se para así. Sir Joshua pide relatar su historia, a lo que le dan permiso, aunque eso no cambie el veredicto que ya estaba decidido. Cuenta que se hizo un caballero templario debido a la muerte de su esposa Martha. Dice que le duele no haber arrancado la tierra santa a los paganos, en su última travesía. En esta, relata que debían ir a buscar oro para rescatar a algunos peregrinos, pero los paganos supieron de esto y quisieron robar el oro. Sin embargo, Sir Joshua junto al hermano Matthew y al hermano Paul logran acabar con ellos. Llegó la noche y acamparon. Sir Joshua recordó a su esposa y luego decide hacer la segunda vigilia. Más tarde, se fue a dormir, pero despertó por algo que creyó era parte del sueño. Martha estaba frente a él, pero salió huyendo. Sir Joshua fue a pedir ayuda, no obstante, Matther y Paul estaban muertos, y el oro había desaparecido. Ante él, se alzó un castillo gigante. El caballero observó el castillo y se fue. Decidió prepararse para entrar por detrás y, al caer la noche, se vistió de murciélago para entrar. Sir Joshua logra avanzar silenciosamente, pero los guardianes lo ven; el caballero oscuro los vence con su espada y entra en el castillo. Descubrió que el oro fue usado para crear una esfera gigante. Salomina, la sirviente de Vandal Savage, le dice a él que el caballero ya está en su castillo. Sir Joshua escucha la voz de su esposa en una habitación, va hacia allá y la encuentra atada, por lo que decide ayudarla. Pero, en realidad, era una visión creada por Salomina, entonces Vandal Savage aparece y golpea al caballero. Él Despierta atado en una pared y charla con el villano, este le ofrece ser parte de su contienda, a lo que el héroe rechaza la oferta. Luego, este se marcha y le permite a Salomina "jugar" con el capturado. Salomina toma la forma de Martha, pero Joshua la rechaza y ella lo golpea. Más tarde, Sir Joshua despierta atada encima de una gran fogata. Ante él está Vandal y Salomina. Después de unos comentarios, se marchan. El caballero logra escapar quemando las cuerdas que lo atan. Después vence a unos enemigos quemándolos y avanza discretamente por el castillo, hasta llegar ante Vandal Savage. Este ordena a sus guardianes matarlo, pero Salomina lo ayuda. Sir Joshua se enfrenta a Savage y lo arroja a la esfera flotante de oro y magia. El caballero escapa del lugar y este explota. Salomina le pasa el reloj de bolsillo que le quitó anteriormente y se despide. Después de toda esa aventura, Sir Joshua relata que regresó a Inglaterra y que desde entonces fue prisionero y acusado por asesinar a sus compañeros y quedarse con el oro. Sir Joshua le dice al arzobispo, que resulta ser Vandal Savage, que no fue quien robó el oro, pero el villano le dice lo contrario. Entonces, llevan a Sir Joshua para ser quemado en la hoguera. Cuando quedaron solo sus huesos, Vandal fue a recoger el reloj de bolsillo, diciendo que él siempre gana.
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