Las bolsas de Torvus crecen alrededor de los objetos valiosos que guardan. Están protegidas por una dura capa exterior que puede destruirse con armas de fuego. Los Luminarios usan estas plantas para guardar suministros. Resisten las agresiones químicas y las enfermedades que asuelan las ciénagas. Despiden una nube venenosa al ser destruidas, lo que las hace poco apetecibles para la fauna local.