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| - Categoría: Ciencia La hipertrofia de la cognición social es una frase acuñada por el antropólogo francés Pascal Robert Boyer. La hipertrofia de la cognición social hace atribuir estados mentales incluso cuando es claramente inapropiado (como demuestra el clásico experimento de Heider y Simmel) o a lo que la doctora Deborah Kelemen, de la Universidad de Boston, llamó “teleología promiscua” que permite interpretar el mundo natural en términos de diseño e intencionalidad. Las personas tienden a "encontrar" propósito, intención y diseño en donde no existen tales cosas. En 1944, los psicólogos sociales Fritz Heider y Marianne Simmel crearon una corta película animada en la que figuras geométricas (círculo, rectángulo y triángulos) se movían en en ciertas maneras sistemáticas, con el objeto de contar una historia. Cuando el corto se le mostró a la gente, las personas instintivamente describían a las figuras como si se trataran de tipos específicos de personas (el bravucón, la víctima, y el héroe), todos con metas y deseos, y los espectadores repetían más o menos lo mismo que los psicólogos intentaban decir. Una posterior investigación demostró que las figuras delimitadas ni siquiera eran necesarias. Una persona puede obtener el mismo efecto en largometrajes donde los "personajes" no son objetos solitarios, sino grupos en movimiento, como enjambres o pequeños cuadros. thumb|right|406 px|Corto animado de Fritz Heider y Marianne Simmel Stuart Guthrie, antropólogo de la Universidad Fordham, fue el primero en notar la importancia de esta tendencia como una explicación para el pensamiento religioso. En su libro Faces in the clouds, presenta experimentos en los que se muestra cómo la gente atribuye características humanas a un rango de entidades del mundo real, icluyendo desde bicicletas, botellas, nubes, llamas de fuego, hojas de árboles, lluvia, volcanes y viento. Las personas son hipersensibles a las señales de los medios, tanto así como para ver intencionalidad donde solo existe artificio o accidente. La rapidez con que una persona sobre interpreta un propósito en las cosas se extiende hasta la percepción de un diseño intencional. Las personas tienen un mal ojo para la aleatoriedad. Tras los eventos terroristas del 11 de septiembre, hubo personas que vieron la cara del Diablo en el humo que salía de una de las Torres Gemelas. Un caso clásico de pareidolia. Lo mismo aplica para quienes ven a Jesús en pan tostado o en el trasero de un perro. El sonido no queda atrás. Existen personas convencidas de que en el ruido blanco (la estática en las radios y otros aparatos electrónicos) pueden escuchar voces. En la década de los ochenta, grupos de personas creían firmemente que al poner un disco en reversa se podían escuchar declaraciones satánicas (subliminales, si el disco se reproducía en su velocidad y dirección correcta). Cosa que los productores de Gloria Trevi decidieron aprovechar para poner frases reales que solo se pueden escuchar reproduciendo la canción "¡Ya no!", del álbum "Tu ángel de la guarda" (1991). __NOEDITSECTION__ __INDEX__
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