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| - [[Archivo:El_Colmillo.jpg|thumb|272px|Plano de El Colmillo ]]El Sello de Borek, situada en la base del Hammerhold y por tanto enterrada bajo kilómetros de roca, además de ser la entrada al Subcolmillo es la más grande de las innumerables cámaras del Colmillo, más masiva incluso que la Sala del Señorío del Colmillo. Al igual que este último, que protege el camino que va desde el Hould hacia el Jarlheim, el Sello de Borek sirve como defensa de los pasajes que se internan en la montaña, hacia el Hammerhold y el casi inexplorado Subcolmillo.
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| - [[Archivo:El_Colmillo.jpg|thumb|272px|Plano de El Colmillo ]]El Sello de Borek, situada en la base del Hammerhold y por tanto enterrada bajo kilómetros de roca, además de ser la entrada al Subcolmillo es la más grande de las innumerables cámaras del Colmillo, más masiva incluso que la Sala del Señorío del Colmillo. Al igual que este último, que protege el camino que va desde el Hould hacia el Jarlheim, el Sello de Borek sirve como defensa de los pasajes que se internan en la montaña, hacia el Hammerhold y el casi inexplorado Subcolmillo. El camino que recorre el centenar de niveles que van desde el Valgard, en la cima del Colmillo, hasta las abismales profundidades en las que se encuentra el Hould requiere de mucho tiempo para recorrerse, puesto que este camino único exige utilizar un conjunto de turbo-ascensores, descender a lo largo de varias escaleras de caracol de gran tamaño esculpidas en la roca viva y caminar a través de incontables cámaras abiertas en la roca en bruto, en las que brillan las ascuas de antiguos fuegos. Solo tras recorrer esta senda el viajero acaba llegando al Sello de Borek. La masiva caverna es una colosal cámara sepulcral revestida de sombras del tamaño del casco de un Acorazado, casi carente de adornos y de las pieles, huesos y grabados en la roca que adornan la mayoría de las cámaras del Aett. Los muros de roca viva están inacabados y son de textura irregular, siendo un recordatorio de la naturaleza primaria de los ancestrales orígenes de los Lobos Espaciales. Unos cuantos fuegos arden con suavidad en profundos fosos circulares, aunque su luz es débil y el perenne frio y escarcha que recubren la sala apenas se ven afectados por ellos. Las enormes columnas que aguantan el peso del lejano techo, y que se extienden a lo largo y ancho de la enorme cámara, son puntales de roca desnuda del tamaño de un Rhino que brillan con destellos rojizos a causa de las débiles llamas. Debido a que se encuentra muy por debajo del nivel de las puertas del Colmillo, y por tanto está fuera de los límites de los circuitos de patrulla de los Kaerls, ningún vasallo se interna hasta este punto de la montaña, y por debajo del mismo tan solo penetran los Sacerdotes de Hierro del Capítulo, ya que incluso en las profundidades del Aett existen peligros. Los Lobos Espaciales no eliminarían los riesgos que encierra su mortífero planeta, Fenris, ni aunque pudieran, debido a que han aprendido a vivir con ellos, a mantenerlos cerca de sí, y a utilizarlos para mantenerse fuertes.
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