Con este tocado en la cabeza, siempre estarás greñudo, por muy bien que te peines. No hay que olvidar que la corteza del cabellera del tynril se riza cuando el tiempo es húmedo, lo que convierte a este animal en el higrómetro natural más exacto que existe. Sin embargo, huye del fuego, así que ten cuidado si no quieres convertirte en la increíble antorcha humana.