Se produce cuando se asume que dos lados de un argumento poseen el mismo valor, independientemente de sus méritos respectivos. Esto es sobre todo un problema en los medios de comunicación, donde el periodismo de confrontación o de adversario podría presentar más de una polémica que las que en realidad existen. En efecto, es lo contrario de sesgo: mientras que el sesgo enfatiza de más un punto de vista en detrimento de otro que sí es legítimo y bien apoyado para dar la impresión de que uno está siendo favorecido, la falsa balanza sobre-enfatiza a una minoría o visión sin apoyo, en detrimento de un punto de vista bien apoyado sólo para dar la impresión de que no se ve favorecida.
Se produce cuando se asume que dos lados de un argumento poseen el mismo valor, independientemente de sus méritos respectivos. Esto es sobre todo un problema en los medios de comunicación, donde el periodismo de confrontación o de adversario podría presentar más de una polémica que las que en realidad existen. En efecto, es lo contrario de sesgo: mientras que el sesgo enfatiza de más un punto de vista en detrimento de otro que sí es legítimo y bien apoyado para dar la impresión de que uno está siendo favorecido, la falsa balanza sobre-enfatiza a una minoría o visión sin apoyo, en detrimento de un punto de vista bien apoyado sólo para dar la impresión de que no se ve favorecida.