La falacia de Ningún escocés verdadero fue acuñada por Antony Flew en su libro Thinking about Thinking, donde da el siguiente ejemplo: Hamish está leyendo el periódico y se encuentra una historia sobre un inglés que ha cometido un crimen atroz, a lo que reacciona pensando “Ningún escocés haría eso”. Al día siguiente, encuentra una historia sobre un escocés que ha cometido un crimen aún peor; en vez de cambiar su afirmación sobre los escoceses, reacciona diciendo “Ningún verdadero escocés haría eso”.
La falacia de Ningún escocés verdadero fue acuñada por Antony Flew en su libro Thinking about Thinking, donde da el siguiente ejemplo: Hamish está leyendo el periódico y se encuentra una historia sobre un inglés que ha cometido un crimen atroz, a lo que reacciona pensando “Ningún escocés haría eso”. Al día siguiente, encuentra una historia sobre un escocés que ha cometido un crimen aún peor; en vez de cambiar su afirmación sobre los escoceses, reacciona diciendo “Ningún verdadero escocés haría eso”. A veces, una afirmación general puede tratar sobre una categoría de cosas. Cuando la enfrentamos al desafío de las pruebas, en vez de aceptarla o rechazarla, se puede contra argumentar mediante una redefinición arbitraria de los criterios para encajar en dicha categoría.