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| - Corazón de niño es uno de los Extras de Fallout 3. 1.
* REDIRECCIÓN Como ejemplos, con este extra tienes opciones exclusivas de diálogo en Little Lamplight (la ciudad de los niños), en Megatón con la niña Maggie, la protegida de Billy Creel, que te dará la contraseña de su caja fuerte, en la misión secundaria "El gambito superhumano", donde conseguirás que El Mecanista se rinda y te entregue su traje, en la misión secundaria "Oasis", donde la niña que se llama Árbol joven Tejo te contará un secreto acerca de Harold, etc. Categoría:Extras de Fallout 3
- El sufrimiento, que durante toda su vida le había atormentado, hacía que el tiempo pasara muy lento debido al dolor que acumulaba en su interior. Carlos estaba decidido a terminar con su mal, veinte años de suplicio eran más que suficiente para su mente deteriorada y su pobre corazón maldecido. Miró al reloj por enésima vez en lo que iba de mañana, aumentando su frustración al comprobar que aun quedaban mas de veinte minutos para la hora. Sabía que si no recreaba todo a la perfección, no lograría curar su alma. Es suficiente Se dijo a si mismo. Soy él Se dijo a si mismo. Autor: Ariotx
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| - Corazón de niño es uno de los Extras de Fallout 3. 1.
* REDIRECCIÓN Como ejemplos, con este extra tienes opciones exclusivas de diálogo en Little Lamplight (la ciudad de los niños), en Megatón con la niña Maggie, la protegida de Billy Creel, que te dará la contraseña de su caja fuerte, en la misión secundaria "El gambito superhumano", donde conseguirás que El Mecanista se rinda y te entregue su traje, en la misión secundaria "Oasis", donde la niña que se llama Árbol joven Tejo te contará un secreto acerca de Harold, etc. Categoría:Extras de Fallout 3
- El sufrimiento, que durante toda su vida le había atormentado, hacía que el tiempo pasara muy lento debido al dolor que acumulaba en su interior. Carlos estaba decidido a terminar con su mal, veinte años de suplicio eran más que suficiente para su mente deteriorada y su pobre corazón maldecido. Miró al reloj por enésima vez en lo que iba de mañana, aumentando su frustración al comprobar que aun quedaban mas de veinte minutos para la hora. Sabía que si no recreaba todo a la perfección, no lograría curar su alma. La angustia le corroía por dentro, así que decidió que era una buena ocasión para estrenar esa botella de whisky de Malta de doce años que compró años atrás por un capricho repentino. Se sirvió uno doble en un gran vaso y se lo bebió de un solo trago. Le resulto curioso el carácter fuerte de la bebida, siempre pensó que un whisky de tonos tan claros sería mucho más suave que los whiskys baratos a los que estaba acostumbrado. Tragó otros dos dobles en un santiamén. Sintió que la potencia del whisky se acomodaba en su cuerpo como si de un elixir de la fuerza se tratase. Es suficiente Se dijo a si mismo. Atravesó el pasillo víctima de la excitación que le había producido el Malta. Se sentía invencible. Observó la ropa que tenía preparada sobre la cama y se sorprendió al no denotar la punzada en su corazón cada vez que veía esos vaqueros negros y esa camiseta de los Ramones que tan malos recuerdos le traían. Quito las etiquetas a las prendas y se vistió. Se puso sus botas favoritas y se las ató meticulosamente, se levantó y se miró en el espejo. Soy él Se dijo a si mismo. Entró en la cocina y dirigió su mirada hacía el juego de cuchillo que tenía sobre la encimera. Cogió el más grande de ellos y una pequeña puntilla afilada, y los puso en el interior de su cazadora. Miró el reloj, solo quedaban cinco minutos para la hora señalada. Es hora de irse Se dijo a si mismo. Al salir a la calle miró a su alrededor y al ver la gran cantidad de gente que había en la avenida decidió emprender un pequeño paseo por los callejones traseros del centro de la ciudad. El Sol del mediodía le molestaba en sus ojos, así que Carlos se puso sus gafas de sol para continuar su marcha hacía la salvación. Hoy se acaba todo Se dijo a si mismo. Aunque no había tantas personas como en la avenida, la hora que era hacía que la gente transitara por los callejones sin miedo alguno, a pesar de la gran delincuencia que azotaba la ciudad. Miraba detenidamente cada rincón de los callejones en busca de sus presas. Era ya la hora y no había encontrado lo que buscaba, el nerviosismo se apoderaba de él y empezaba a notar el decaimiento de las fuerzas otorgadas por el elixir consumido en su casa. Su cabeza le daba vueltas, así que se paró en seco, cerró los ojos y miró al suelo. Tiene que ser ya Se dijo a si mismo. Entonces levantó la cabeza y ahí los vio, parecía que el mismísimo Diablo se los hubiera mandado con la esperanza de no perder el alma torturada de Carlos. Una sonrisa se tornó en su rostro, eran su presa ansiada. La adrenalina que generaba su cuerpo le otorgaba cien veces la fuerza que sintió al beber el whisky. No era invencible, era un Dios. Son ellos Se dijo a si mismo. Camino hacía ellos con paso firme y al encontrase, sacó la puntilla de su chaqueta y se la clavó a él en el cuello sin mediar palabra. Su primera víctima cayó fulminada. Saco el cuchillo y lanzó una serie de cuchilladas que ella solo fue capaz de frenar a costa de sacrificar sus brazos y manos, hasta que cayó de rodillas ante Carlos. No lo dudó ni un instante y le clavó con fuerza el arma tres veces en el pecho. Ya está hecho Se dijo a si mismo. Miró entonces al hijo de sus víctimas. Se había quedado quieto en estado de shock, sin mediar palabra ni hacer el más mínimo movimiento. Carlos vio a través del cuerpo del niño como el corazón de este se oscurecía. Se acercó a él muy lentamente sin hacer ningún movimiento brusco, acerco su cabeza hasta la del crío y le susurro una sola palabra. Gracias Le dijo a quién algún día, será el mismo. Se volvió hacía los cadáveres, recogió sus cuchillos y les asestó varias puñaladas más para cerciorarse de su muerte. Se sentó sobre el bordillo de la acera a esperar tranquilo la llegada de la policía para que se lo llevaran preso, pero sin embargo, Carlos jamas había sentido tanta paz y libertad hasta ese momento, desde que hacia veinte años atras aquel loco, vestido con una camiseta de Los Ramones y vaqueros negros, asesinara a sus padres ante él. Autor: Ariotx
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