[[Archivo:Jerec Sariss Ruusan.jpg|right|thumb|180px|Jerec sosteniendo una tocapiedra con su mano izquierda.]] Las tocapiedras eran pequeños dulces de varios tamaños y texturas. Podían ponerse en la boca, donde se disolvían en sabores, o rotas bajo la nariz e inhaladas. A Jerec le gustaban, no sólo para él sino para darle a sus subordinados las que sabían mal, pues sabía que eran demasiado orgullosos para rehusarlas.
[[Archivo:Jerec Sariss Ruusan.jpg|right|thumb|180px|Jerec sosteniendo una tocapiedra con su mano izquierda.]] Las tocapiedras eran pequeños dulces de varios tamaños y texturas. Podían ponerse en la boca, donde se disolvían en sabores, o rotas bajo la nariz e inhaladas. A Jerec le gustaban, no sólo para él sino para darle a sus subordinados las que sabían mal, pues sabía que eran demasiado orgullosos para rehusarlas.