Especie: Saco de Savia. La reacción química dentro del saco produce pequeñas explosiones cuando se agita.
''El Saco de Savia estuvo a punto de desaparecer de la faz del planeta por culpa de los depredadores, debido a su irresistible olor y su dulce néctar. La evolución, que lo convirtió en un saco de explosivos, lo salvó de la extinción. Ahora sólo las criaturas valientes o ingeniosas se atreven a degustarlo.
Es capaz de expulsar esporas que son tóxicas hasta para sí misma.
''Tres nódulos bucales brotan del tallo que hay bajo la flor, cada uno con una agrupación craneal rudimentaria y con la habilidad de expeler gas tóxico en un radio de cinco metros. Las esporas expulsadas por el estigma central son suficientes para matar a la misma criatura si llegan a explotar cerca.
Especie: Planta Parasitaria. Si se siente amenazada, se contrae bajo el suelo.
''Esta planta sólo supone peligro a los organismos más pequeños. Está cubierta de pequeñas púas para cazar presas potenciales. A las formas de vida superiores sólo les entorpece la marcha.