Este síndrome fue observado y descripto en colonias en Nueva Zelanda en 1988. No parece ser una enfermedad de las abejas ya que no fue aislado ningún microorganismo hasta el momento que produzca los efectos de este trastorno. Las investigaciones indican que posiblemente sea de origen nutricional y/o genético. Los recambios de reina generalmente alivian este problema. Se sugiere un diagnóstico de laboratorio diferencial con loque europea.
Este síndrome fue observado y descripto en colonias en Nueva Zelanda en 1988. No parece ser una enfermedad de las abejas ya que no fue aislado ningún microorganismo hasta el momento que produzca los efectos de este trastorno. Las investigaciones indican que posiblemente sea de origen nutricional y/o genético. Las características del síndrome se parecen mucho a los síntomas observados en loque europea. Estas incluyen cría salteada, opérculos perforados (en estadios avanzados de la enfermedad), larvas enrolladas o en forma de “c” en el fondo de las celdas o retorcidas en forma de media luna desde el fondo hacia el opérculo de la misma, coloración amarillo suave y línea traqueal visible. La única diferencia citada entre ambas es la presencia de múltiples huevos en las celdas. En el síndrome de la media luna esta postura puede ser encontrada en muchas celdas de obrera, con huevos unidos en cadenas (no separados en el piso de las celdas como en el caso de obreras ponedoras), en colmenas afectadas por este trastorno se observa un alto porcentaje de cría de zánganos en celdas de obrera, con muy poca cantidad presente de cría de obrera. Los recambios de reina generalmente alivian este problema. Se sugiere un diagnóstico de laboratorio diferencial con loque europea.