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| - La cultura de la cerámica cordada es un vasto horizonte arqueológico europeo que comenzó a despuntar a finales del Neolítico regional (la Edad de Piedra), alcanzó su apogeo durante el Calcolítico (la Edad de Cobre) y culminó a principios de la Edad de Bronce (o sea, entre el 2900 y el 2450/2350 a. C.). También se la denomina cultura del hacha de combate/guerra o de los sepulcros individuales, recibiendo unos u otros nombres en función de la escuela arqueológica a la que pertenezca el investigador correspondiente. Tanto la cerámica decorada con cuerdas como las hachas de combate (simbólicas, ya que estaban pulidas en piedra, lo que las convertía en armas poco eficientes para esa época) eran típicas ofrendas funerarias masculinas, depositadas en tumbas individuales, por lo que los tres elementos forman una asociación recurrente. Está asociada con la introducción del metal en el norte de Europa y, según algunos investigadores, con ciertas lenguas de la familia indoeuropea. [[Archivo:Stridsyxekeramik.jpg|thumb|300px|Alfarería del cementerio Lilla Beddinge, en Skåne (Suecia); nótense las marcas de cuerdas en la cerámica (por eso se la llama cordada).]]
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