| abstract
| - Antes de la Gran Guerra, lo que ahora se conoce como la Divisoria era el hogar de Hopeville y Ashton: un silo de misiles y una ciudad bajo su protección. A pesar de tener una gran matriz de defensas balísticas, Hopeville era usado como sujeto de pruebas en experimentos meteorológicos por el Centro de desarrollo y investigación de Big Mountain; el proyecto al parecer terminó en un desastre lo que creó terribles tormentas de vientos por la que la Divisoria es infame. En algún punto, una comunidad local hippie que protestó en las afueras de Hopeville en contra de la Guerra Sino-Americana fue rodeada por un especial grupo anti-disturbios que poseían un nuevo modelo de una armadura anti-disturbios de la L.A.P.D y fueron enviados a Big Mountain para ser usados como sujetos de prueba. La Gran Guerra al parecer sorprendió a los soldados estacionados aquí, ya que todos los misiles balísticos nunca dejaron sus silos. Es posible que el desastre meteorológico ya mencionado causó que estos muriesen o abandonaran el sitio. El silencio habitó el lugar. Por al menos dos siglos la tierra de la Divisoria permaneció imperturbable de la presencia humana. Sin embargo, eventualmente, una pequeña comunidad se asentó en el área, liderada por el Mensajero. La comunidad era mantenida por mensajeros y comerciantes y finalmente prosperó, prosperó lo suficiente como para atraer la atención de la República de Nueva California, quienes lentamente se anexaron a ella y establecieron una línea de suministros a través de la traicionera Divisoria. Esto también atrajo la atención de la Legión de César, quienes, en su intento de obtener Mojave, trataron de cortar la linea de suministros con una considerable fuerza de legionarios. La guerra no fue lo que destruyó este asentamiento, sino debido al famoso Mensajero, el mismísimo creador del prospero asentamiento de la posguerra, quién sin saber entregó un Detonador del Enclave a la Divisoria justamente antes de que la República y la Legión cayeran en las gargantas del otro, cuando este detonador fue activado por los habitantes mandó una señal a los misiles nucleares dormidos en los silos. Los misiles empezaron a explotar, uno tras otro, causando un masivo terremoto, destrozando la tierra y separándola. Compañías enteras de la RNC en la Divisoria quedaron atrapadas junto a sus enemigos de la Legión. El desastre creó a la Divisoria que se conoce ahora. La Divisoria enloqueció a los sobrevivientes de cada lado. Mientras el viento los desollaba y la radiación los convertía en necrófagos, se convirtieron en los Hombres marcados: horrores sin piel llenos de odio y furia a todo a su alrededor. Fuera de la Divisoria, el desastre fue una bendición para la Legión: se cortaron los suministros de la RNC tanto de la Carretera del Valle Muerto y la Autopista del Pasaje Carson, esto le otorgó a la Legión de César el tiempo necesario para recuperase de la derrota en la Primera batalla de la Presa Hoover. Sin embargo, también apareció al más grande peligro de la civilización del la posguerra en el suroeste americano: Ulises. El desastre de la Divisoria lo traumatizó y lo inspiró debido a que aprendió del impacto de una sola persona, el Mensajero, puede tener en la historia. Ulises estaba determinado a reformar el mundo post-apocalíptico él solo, parecido a la forma en que el Mensajero reformó la Divisoria al desatar el fuego nuclear. En algún punto antes de la Segunda batalla de la Hoover, Ulises contactó al Mensajero con un simple mensaje. El Mensajero aceptó el mensaje y confrontó a Ulises en la Divisoria. Allí, bajo la bandera del Antiguo Mundo y los cielos rotos, ambos decidieron el futuro de América
|
![[RDF Data]](/fct/images/sw-rdf-blue.png)