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| - La Orden del Cáliz de Ébano es la más antigua de las Órdenes Militantes, fundadas en el nacimiento de la Adepta Sororitas por Santa Alicia Dominica. La Orden fue creada por decreto de Eclesiarca Alexis XXII (el largo tiempo sucesor del gran reformador, Sebastian Thor) en el M38 cuando el Convento Prioris se dividió entre los Conventos en Ophelia VII y Terra, y en dos órdenes militantes distintas. Ambos Conventos son fortalezas masivas que albergan decenas de miles de Hermanas de muchas Órdenes diferentes. El Convento Prioris se dividió entre la Orden del Cáliz de Ébano, cuya fundadora fue Dominica, y la Orden del Sudario de Plata, dirigida por Silvana. El Convento Sanctorum se separó en la Orden de Nuestra Señora Mártir, dirigida por Katherine, y la Orden del Corazón Valeroso, dirigida por
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| - Somos acosados por muchos y terribles enemigos en estos tiempos oscuros, pero caminamos bajo la luz del Emperador, y no dejaremos que ni un solo enemigo nos separe de nuestro deber. Somos las Hermanas de la gran Eclesiarquía, y lucharemos hasta el final.
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| - Canonesa Palmiro, de la Orden del Cáliz del Ébano.
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| - La Orden del Cáliz de Ébano es la más antigua de las Órdenes Militantes, fundadas en el nacimiento de la Adepta Sororitas por Santa Alicia Dominica. La Orden fue creada por decreto de Eclesiarca Alexis XXII (el largo tiempo sucesor del gran reformador, Sebastian Thor) en el M38 cuando el Convento Prioris se dividió entre los Conventos en Ophelia VII y Terra, y en dos órdenes militantes distintas. Ambos Conventos son fortalezas masivas que albergan decenas de miles de Hermanas de muchas Órdenes diferentes. El Convento Prioris se dividió entre la Orden del Cáliz de Ébano, cuya fundadora fue Dominica, y la Orden del Sudario de Plata, dirigida por Silvana. El Convento Sanctorum se separó en la Orden de Nuestra Señora Mártir, dirigida por Katherine, y la Orden del Corazón Valeroso, dirigida por Lucía. Aunque todas estas Órdenes de Hermanas de Batalla podían rastrear sus orígenes a las enseñanzas originales de las Hijas del Emperador, pequeños grados de variación en términos de organización y doctrina de combate comenzaron a manifestarse conforme la perspectiva y personalidad de las líderes fundadoras se afirmaron. A finales del M36, la Adepta Sororitas se había convertido en sinónimo del poder de la Eclesiarquía, la implementadora de su dogma y las jueas de sus guerras por toda la galaxia. Las Órdenes Militantes se expandieron, estableciendo conventos subsidiarios en mundos clave de todo el Imperio. Dominica, Katherine, Silvana y Lucía, las cuales fueron delcaradas Santas en vida, realizaron actos legendarios y condujeron a sus órdenes a innumerables y sangrientas victorias. Pero tales leyendas rara vez terminan felizmente y Dominica, y a continuación Silvana y Lucía, fueron martirizadas a manos de los adoradores del Caos y los bárbaros xenos.
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