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| - Earl y Randy intentan enmendar lo ocurrido con Jerry, el hombre al que le robaron la furgoneta y sin darse cuenta despiertan una máquina asesina; Joy y Darnell buscan convertir a un cerdo gigante en un espectáculo que les dará mucho dinero. Joy corre hacia el Crab Shack para anunciar que acaba de ver al mítico cerdo gigante que según cuenta la leyenda vive en el bosque cerca del parque para casas rodantes. Inmediatamente toma la decisión de atraparlo y llenarse de plata vendiendo entradas para ver a este fenómeno: la gente adora las cosas gigantes. Esto recuerda a Earl la vez que se detuvo junto a Joy para observar un hormiguero gigante durante un viaje que emprendieron en una furgoneta robada. Esa misma camioneta terminó explotando porque Randy dejó el gas encendido. Es momento de enderezar lo sucedido. Acompañado por Randy visita a Jerry que aún vive en el mismo parque (pero sin la furgoneta). Por desgracia, Jerry pasó a ser un deshecho de persona que solo espera que le llegue la hora de partir. Le asegura a Earl que si quiere tacharlo de su lista deberá golpearlo con algún instrumento filoso hasta que muera. Tras detener a Randy en su ansia por cumplir el deseo de Jerry, ambos vagan por el parque esperando que se les ocurra una buena idea al respecto. Randy busca en el dial de la radio una estación que se escuche bien. Earl observa que el antes comatoso Jerry lleva el ritmo con sus pies cuando suena música country folk. Es fanático y solía tocarla antes de que roben su auto y destruyan todo lo que había en su interior; incluida su jarra musical. Earl soluciona el inconveniente rápidamente comprando una nueva jarra. Al tocarla Jerry recuerda todas las cosas que perdió dentro de la camioneta. Lo que más lamenta son las fotos de su difunta esposa. Entonces Earl se da cuenta de que puede tachar a Jerry de su lista reemplazando sus posesiones más añoradas. Joy puso en marcha su plan vuélvete rico en un minuto. Tiene una soga con un trozo de panceta atado en la punta. Planea golpear al cerdo con un bate cuando asome su cabeza para comer. No funciona. Su plan B consiste en colocar cincuenta pastillas para dormir en un tacho y sentarse a esperar. Funciona. Cuando Earl regresa a casa encuentra a Darnell sacándole fotos a Joy junto al cerdo gigante. Tras salir de su asombro ante semejante bestia le pide a Joy la muñeca inflable que usó Darnell mientras ella estuvo prófuga de la justicia. Joy no está muy convencida de dársela; aún la usan en las noches de salida. Finalmente acepta. Por desgracia, Darnell enseguida se percata de que el cerdo está muerto y con él se acaban los sueños de circo famoso. Earl y Randy visten a la muñeca inflable con ropa de señora mayor y se la llevan a Jerry que enseguida se encariña con ella. Así empieza el reemplazo de sus viejos recuerdos: equipo de caza, cabezas de animales y una réplica exacta del uniforme de las fuerzas especiales del ejército que usó cuando estuvo de servicio en Corea. Jerry vuelve a ser la persona que era. Solo necesita una cosa más: una medalla de un viejo amigo del ejército. Earl y Randy muy contentos lo llevan hasta la casa de su amigo. Al llegar, Jerry les agradece por haberlo ayudado a retomar su vida y, acto seguido, les anuncia que va a cortar la oreja de su viejo amigo. La novedad toma a Earl por sorpresa. Parece que Jerry cayó herido durante la guerra y su compañero Joe lo dejó allí tirado, a punto de morir, mientras escapaba. Hubo una reyerta durante la que cortó la oreja de Joe antes de que logre salir corriendo. Más tarde Jerry cayó prisionero en manos enemigas y su única compañía fue esa oreja. Se apegó tanto a ella que la llevaba a todos lados consigo, hasta en la camioneta. Pero ahora ya no está por culpa de la explosión. Quiere conseguir la otra oreja para que le haga compañía. Earl intenta detenerlo pero no está a la altura de su oponente. Corren a la casa de Joe para ponerlo al tanto de la situación. El hombre se enfurece; les dice que acaban de despertar una máquina asesina. Marcan 911 pero la línea está cortada. Joe no puede creer que Jerry aún sienta deseos de vengarse por haber sido abandonado. Admite que la decisión que tomó en aquel entonces lo angustia desde hace 55 años. De hecho, quizá haya llegado el momento en que él también encuentre venganza. En ese momento Jerry baja del techo. Pelean. Jerry sufre un paro cardíaco. Joe también. Busca la medicación: le queda solo una pastilla. Decide hacer lo que tendría que haber hecho 55 años atrás: salvar a Jerry. Le da la pastilla. Llega la ambulancia y salva a Joe. La amistad que los unía está absolutamente renovada. Como agradecimiento, ayudan a Earl a deshacerse del cerdo gigante que yace frente al trailer de Joy… prendiéndole fuego.
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