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| - Las guerras y los actos de terrorismo se están multiplicando en todo el mundo, todo orquestado por los esbirros del Kyōkō Arles. En el Santuario, la situación no es mejor, porque los débiles son víctimas de torturas y causa muchas víctimas. En el Coliseo, se lleva a cabo un enfrentamiento entre Shaina y Marin, debido al odio del Kyōkō a los extranjeros. Sin embargo, Aioria acude finalmente al rescate de Marin cuando Shaina estaba a punto de poner fin a esta lucha. Shaina se va y Marin descubre que todo ha cambiado desde que el antiguo Kyōkō está muerto y su hermano menor, Arles, tomó su lugar. Este último, rodeado de mujeres, habla en su palacio con Gigas, el líder de las tropas, que a su vez discutirá el progreso de Dócrates junto con Phaeton, su lugarteniente.
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| - Las guerras y los actos de terrorismo se están multiplicando en todo el mundo, todo orquestado por los esbirros del Kyōkō Arles. En el Santuario, la situación no es mejor, porque los débiles son víctimas de torturas y causa muchas víctimas. En el Coliseo, se lleva a cabo un enfrentamiento entre Shaina y Marin, debido al odio del Kyōkō a los extranjeros. Sin embargo, Aioria acude finalmente al rescate de Marin cuando Shaina estaba a punto de poner fin a esta lucha. Shaina se va y Marin descubre que todo ha cambiado desde que el antiguo Kyōkō está muerto y su hermano menor, Arles, tomó su lugar. Este último, rodeado de mujeres, habla en su palacio con Gigas, el líder de las tropas, que a su vez discutirá el progreso de Dócrates junto con Phaeton, su lugarteniente. El ambiente es sombrío en la mansión de Saori Kido. Sólo el casco de la armadura de Oro ha sido recuperado y Tatsumi regaña los Santos de Bronce, hasta que Saori le pide que se calme. Añadió que el propósito del Torneo Galáctico era obligar a los enemigos potenciales que apareciesen. Un grito se oye, alertando a todos, pero al ir a la sala de la que provenía el grito, Seiya y sus amigos ven que es sólo Tatsumi, mangoneado por Kiki, quien lo hace levitar. Saori va sola al Planetario, donde un holograma Mitsumasa Kido le explica la importancia de la armadura de oro y el papel que han jugado los Santos de Oro en la historia para derrocar a los imperios tiránicos. En Valle de la Muerte, Dócrates busca por debajo de la nieve, dispuesto a recuperar la armadura de oro. Llega a la residencia de Saori e inicia el ataque en la madrugada. Kiki se apresura a avisar Seiya, quien caminaba a lo largo del puerto con Miho. Mientras tanto, Shun, Hyōga y Shiryū luchan contra los esbirros de Dócrates. Dócrates les lanza un árbol a los Santos de Bronce al ver la derrota de sus hombres. Shun, Shiryū y Hyōga lo atacan, pero resulta inútil. Dócrates utiliza el Puño Furioso de Hércules para acabar con los Santos. Seiya se presenta ante Dócrates, y se las arregla para evitar el Puño Furioso de Hércules. Seiya y Dócrates se preparan para hacer sus respectivas técnicas, pero las sirenas de la policía se oyen, obligando a Dócrates a detener la pelea. Toma como rehén a Saori y dice que se realizará un intercambio de Saori por el casco de oro.
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