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| - thumb|350px El mejor Motorizta Orko de todos los tiempos, Wazdakka Gutsmek va montado en una monstruosidad con turboenergía, que antaño era una moto, pero que ahora se ha convertido en algo mucho más horripilante. Wazdakka lleva jugueteando con las motoz desde que era un niñato en su Mundo Desértico natal, Khazak Prima. Solo había una cosa que le gustaba más que desmontar motoz y volver a montarlas, y era conducirlas. Después de ganar la carrera de las Ruedaz Llameantez con su moto, que había acabado de arreglar aquella misma mañana, el destino de Wazdakka estaba sellado. Fue acusado de estafador y enfurecido, empezó a arrasarlo todo. Wazdakka destrozó el asentamiento con sus kañonez ametralladorez y después se alejó de allí indignado. Con el paso de los años, Wazdakka se convirtió en una figura legendaria. Su sentido de la coordinación no tenía rival y su intervención en muchas batallas inclinó la balanza a favor de los Orkos. Wazdakka se mantenía despierto por los brebajes que le preparaban los Matazanoz Lokoz proscritos, y las pocas veces que abandonaba el sillín de su moto era para mejorarla. thumb|270px|left|Wazdakka conduciendo su moto.Después llegó una época en la que Wazdakka ya no estaba satisfecho de vagar solo. Trató de unificar a las tribus en un gran ¡Waaagh! que abarcase la galaxia de punta a punta, y consiguió el apoyo de todos los Lokoz de la Velozidad que se encontró a su paso. Solo el tiempo dirá si los planes de conquista de Wazdakka llegan a cumplirse, pero el caos de la velocidad es seguro un camino. Durante el Asedio de Scalex VI, consiguió empotrarse en la cabina de un Titán Warlord e incendiarla con su tripulación de mando dentro. Desde entonces ha guardado los cráneos del Princeps y los Moderati sujetos a su Moto del Aporkalipsis.
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