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| - Decía ser una persona sin miedo alguno. Para mi, el mayor de los temores no significaba nada como es la muerte; Sigue sin significarme nada. Hoy me veo aquí, acostado y desesperado pese a un extraño encierro. Solo puedo ver por un pequeño vidrio hacia el cielo. Escucho llantos y susurros en un ambiente frió y sombrío. Petrificado, miro lo poco que me rodea y como a través de ese vidrio desciendo lentamente mientras palas sincronizadas dejaban caer tierra sobre mi. Una reacción de escalofrió me hizo golpear y gritar hacia todos lados de lo que muy confusa y real sería el entierro de mi presunta muerte. Esos llantos de dolor que anteriormente había escuchado fueron opacados por los míos, llenos de miedo y desesperación. Nadie parecía escucharme. Resignado veía como por ese pequeño vidrio la tierra apagaba la luz. Sin fuerzas por la bruma del dolor, di mi último grito que se perdió en lo oscuro de lo que increíblemente podría decir, mi ataúd. Volví a despertar con lágrimas en lo que era mi habitación. Feliz de que solo hubiese sido un horrible sueño. Mi orgullo fue demasiado grande como para no contar nada, aunque mi madre se dio cuenta y me dijo en tono de gracia - Yo sé lo que te asusta, firma: La pesadilla - Una respuesta tan certera, pensaba mientras desayunaba. Al atardecer, mientras volvía de la escuela recibo un mensaje en mi celular de mi madre. Al leer lo, hubiera querido que sea otra de las burlas que caracterizan a mi divertida madre y no un regaño que me hizo caer el celular del miedo - Hijo, ¿Dónde anduviste metido? Me costó una vida sacar la tierra de tus sabanas -. Categoría:Sueños/Dormir
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