El Príncipe Nieve fue el último de los dirigentes falmer en la guerra contra los nórdicos, y el único que mereció el respeto de los mismos cuando cayó en combate. Por ello le construyeron un túmulo en el lugar de su última batalla, llamado túmulo de Jolgeirr, situado en Solstheim, dónde murió luchando con honor.
El Príncipe Nieve fue el último de los dirigentes falmer en la guerra contra los nórdicos, y el único que mereció el respeto de los mismos cuando cayó en combate. Por ello le construyeron un túmulo en el lugar de su última batalla, llamado túmulo de Jolgeirr, situado en Solstheim, dónde murió luchando con honor.