¡Ahora escucha, cabeza de borrego! Le he dicho a ese montón de mocosos mal entrenados a los que llamas soldados una y otra vez que no vayan dejando un rastro de lodo por todo el fuerte, ¿y qué es lo que me encuentro en el comedor? ¡El mayor montón de barro que he visto jamás! Quiero que les ordenes que se limpien los pies en el heno antes de irrumpir allí a pisotones. ¡Para eso está ahí!
Ah, ¡y otra cosa! ¿Recuerdas las trampas para cazar osos que me diste para los skeever del sótano? ¡No sirven para nada! Las he tenido ahí durante semanas y solo he cazado uno, pero los otros no dejan de venir. Haz que bajen ahí unos cuantos de tus "hombres" para acabar con ellos.
A menos, por supuesto, que te guste encontrar pelos de skeever en tu cena, porque entonces puedo dejar de hacer el favor de sacártelos del plato.
-- Agnis