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| - Cuando la Peña Juan Breva[1] nació para el Flamenco en el año 1958, se fijó como razón y cauce de su existencia el triple cometido de “Seguir aprendiendo, velar por la pureza y propagar enseñando”. Desde entonces hasta hoy ha mantenido sin desmayos su actividad gracias a un fecundo y cómodo ritmo semanal y a una sentida afición de todos sus socios, superando más de una vez dificultades e incomprensiones. Cierto que en el quehacer de la Peña Juan Breva hay mucho de diversión, de disfrute, porque nuestra afición lo pide, pero no hay que olvidar que en las juergas se aprende, siempre que se sepa escuchar, cosa que valoramos como una religión. Modestamente y seguros de nosotros mismos, vamos estudiando el fenómeno flamenco, recogiendo datos y hallazgos que proyecten luz sobre su historia y sobre nuestros conocimientos. Así, con la esperanza de convencer a muchos de los que hasta ahora no nos han entendido, ofrecemos con orgullo pero sin jactancia a la sociedad una muestra de la numerosas piezas del Museo del Arte Flamenco que la Peña Juan Breva ha reunido y conservado a lo largo de su vida, ingente colección pendiente ya de su próximo emplazamiento definitivo. La presente muestra dará idea de la riqueza documental y artística que nuestro museo atesora, claro exponente de una responsable trayectoria, de indudable valor histórico y cultural no sólo para el mundo del flamenco sino para nuestra misma Málaga. En las páginas que siguen aparecen catalogadas las piezas que componen esta exposición, desde cilindros grabados para fonógrafos[2] decimonónicos y discos arcaicos de enorme mérito, hasta carteles y prospectos anunciadores de lejanos espectáculos y actos flamencos, pasando por un deslumbrante conjunto de guitarras[3], cuadros de destacados pintores malagueños, barros animados o fotografías cargadas de tiempo amarillo. Todo ello ordenado, cuidado y glosado por Lourdes Gálvez del Postigo, valioso hallazgo que por sí solo premia nuestros esfuerzos en esta aventura.
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