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| - thumb|left|306px|Nulidad Píquica (por John Blanche) Un Intocable no es un psíquico, pues porta el gen Paria, que separa completamente la mente del portador de la Disformidad, haciéndole a la vez carente de alma e inmune a cualquier forma de asalto psíquico. Sus mentes son también imposibles de leer por cualquier medio conocido de telepatía. Los portadores del gen Paria poseen la capacidad innata para perturbar las habilidades psíquicas, y son "percibidos" por los psíquicos como un "agujero" completamente antinatural en la realidad del Immaterium. Su mera presencia es por consiguiente intolerable para un psíquico. Incluso los humanos y alienígenas categorizados como Nivel Sigma o menor en habilidad psíquica sienten malestar y hostilidad espontáneos al estar cerca de Nulidades. La proximidad física o el contacto íntimo con una Nulidad puede causar un insoportable dolor a un psíquico. Los Desalmados son muy raros en la galaxia, ya que tal vez sólo una persona en un mundo entero será portadora del gen en cada generación humana. No hay casos conocidos de Nulidades entre las razas no humanas de la galaxia. Los Parias son usados a menudo por la Inquisición y la Ordo Hereticus contra brujas y psíquicos renegados. Sin embargo, la mayoría de los Parias no viven largo tiempo, ya que los sentimientos de odio y repugnancia que generan incluso entre los individuos no psíquicos hacen que tengan pocos amigos y muchos enemigos. El ejemplo más conocido del uso de Nulidades por el Imperio fue la existencia de la misteriosa orden femenina de Cazadoras de Brujas conocidas como las Hermanas del Silencio. Durante la Gran Cruzada, a principios del M31, su propósito era cazar y matar psíquicos humanos renegados cuyas actividades presentaban un terrible peligro para la población del recién nacido Imperio. También conocidas como la Hermandad Silenciosa y las Buscadoras de Brujas, fueron el brazo militante del Adeptus Astra Telepathica y dentro de los registros del Consejo de Terra (predecesor del Adeptus Terra y el Senatorum Imperialis) se las mencionaba como el Departamento Investigates. El destino final de las Hermanas del Silencio no se encuentra en los registros imperiales, y no existe ninguna referencia sobre si siguen activas en el M41. Se cree que o bien fueron destruidas hace mucho tiempo o acabaron por ser integradas en la organización de la Inquisición Imperial. La principal base de operaciones de las Hermanas del Silencio fue la Ciudadela Somnus de Luna, el satélite natural de Terra. Estos guerreros investigadores se encargaron de la captura de psíquicos no entrenados, a menudo denominados coloquialmente en los mundos primitivos humanos como "brujos", cuyas habilidades a veces se manifestaban en formas que podrían ser muy peligrosas para los demás seres humanos, sobre todo si se convertían en anfitriones de las horribles entidades de la Disformidad. Las Hermanas tripulaban las infames Naves Negras del Adeptus Astra Telepathica, que recorrían ya entonces la galaxia siguiendo a las Flotas Expedicionarias de la Gran Cruzada en busca de psíquicos renegados para capturarlos o destruirlos, buscando recogerlos y llevarlos a su regreso a Terra donde serían probados y se decidiría su destino final. Aunque pocas en número, las Hermanas del Silencio recibían un gran respeto dentro del Imperio y la mayoría de los sirvientes del Emperador las contemplaban con cierto temor. Pocos se interponían de buen grado en su camino o interferían en sus actividades, y de hecho muy pocos eran los que estaban cómodos en su presencia. No es nada sorprendente que las Nulidades a menudo sean tratadas como marginadas o leprosas por la sociedad imperial, rechazadas por sus padres y desterradas de los asentamientos de su mundo natal. Las supersticiones locales en muchos mundos a menudo advierten sobre tocarlos, diciendo que hacerlo trae mala suerte. Resignadas a su destino, muchas Nulidades llevan simples y solitarias existencias, tan lejos de las zonas densamente pobladas como sea posible. Otro caso bien conocido de Intocables usados por el Imperio son los Asesinos del Templo Culexus del Oficio Asesinorum. Los Asesinos de este Templo han sido descritos por los Brujos Eldars nada menos que como la encarnación del mal puro. Incluso entre las altas esferas del Oficio Asesinorum este Templo siempre es tratado con extrema precaución. La razón de esto no es la forma en que los Asesinos Culexus llevan a cabo sus operaciones, o los métodos atroces de asesinato que emplean. Es a causa de la naturaleza misma de los propios Asesinos Culexus. El rarísimo defecto genético del gen Paria ocurre por razones desconocidas en menos de uno de cada mil millones de individuos. Sin embargo, en los últimos años han surgido pruebas de que el gen fue introducido en los antepasados de la Humanidad hace millones de años por los C'tan y sus sirvientes Necrones para que la Humanidad pudiera ser utilizada como un arma contra las especies psíquicas como los Eldars y los Orkos que los Ancestrales habían creado para derrotar a los C'tan. Por esta razón, los Necrones capturan Nulidades humanas con el gen Paria y las transforman en los espantosos Parias Necrones. Todos los psíquicos y las especies intrínsecamente psíquicas como los Eldars consideran a los seres como los Asesinos Culexus una absoluta abominación. Incluso monstruosidades Tiránidas tales como un Tirano de Enjambre se resisten a la perspectiva de ser separadas de forma permanente de sus capacidades psíquicas y la Mente Enjambre. Los Asesinos Culexus provocan terror absoluto en todos los psíquicos, razón por la cual son tan útiles para el Imperio.
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