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| - Soy Shin Young. Vivía en una casa en las calles de Okinawa. Llevaba una vida tranquila, siendo popular entre las chicas, pues yo soy muy atractivo, pero aun así no tenía novia: no había ninguna chica que realmente me interesara. No tenía ningún interés en los deportes, pero practicaba kendo, 9 horas a la semana. Mis amigos Tae Yoon y Kwon Hae no asistían conmigo a esas clases, por lo que, al terminar las sesiones, íbamos a hacer el vago a mi casa. Un día, me enteré por mis padres que vecinos nuevos se mudarían a la casa de al lado, algo que me pareció indiferente, pero que sabía que debía ir a presentarme tan pronto como llegaran. La noche anterior a la llegada de los nuevos vecinos, mis amigos y yo salimos a una fiesta, pero nos aburrió el mal ambiente que se hospedaba en el salón, por lo que volvimos al metro y, de ahí, cada quién jaló por su lado. Llegué a dormir, pero ya era muy tarde, no cené y me fui directo a la cama. Al amanecer, mi padre me dijo que ya habían llegado los nuevos vecinos, que él iba a salir, pero que iría a presentarse más tarde, y que, mientras tanto, yo debía ir a presentarme y, de ser necesario, ayudarles con las cajas. Así hice. Salí de inmediato, pero iba demasiado rápido, de modo que choqué con alguien, una chica, ambos caímos al suelo; yo me levanté, me sacudí un poco y luego le ofrecí ayuda a la chica para que se levantase. Su cabeza estaba agachada, pero cuando la levantó, me di cuenta de que era una chica hermosa, tan hermosa como nunca había visto a otra chica. -Mi nombre es Min Yang-dijo. Mientras hablaba, sus hermosos ojos cambiaron su color a un rojo sangre. Al voltear, vi a otra chica, no tan hermosa como Min, pero no estaba tan mal. Dijo llamarse Li Yang, argumentando ser su hermana. Luego de presentarnos, me ofrecí para llevar algunos cacharros dentro de la casa. Las chicas, que por cierto eran muy amables, se mostraron muy agradecidas. Me despedí y le pedí a Min salir, ella dijo que estaba ocupada ese día, pero que al día siguiente podríamos salir. Me fui a mi casa bastante contento. Llamé a mis amigos para contarles lo ocurrido, pero sólo conseguí que se burlaran de mi por estar "enamorado". Los chicos y yo salimos a jugar "patea la lata" y luego fuimos a casa de Hae para jugar videojuegos. Nos pasamos todo el resto del día en su casa, hasta que nos dimos cuenta de que ya era tarde, y nos fuimos. Cuando volví a mi casa, escuché ruidos desde la ventana, al asomarme, vi a las chicas, Min y Li, salir corriendo, vestidas con capuchas negras, me pareció extrañó ver a dos jovencitas salir corriendo tan deprisa a tan altas horas de la noche; lo dudé por un momento pero finalmente decidí seguirlas, con mucha cautela para no ser descubierto. Andamos por lo que me pareció un camino sin fin, pero luego me dí cuenta de que estábamos saliendo de la ciudad, para internarnos en un bosque en las cercanías. Me pareció conocido el bosque a pesar de que jamás lo había visto. Me oculté detrás de un árbol y miré, a las chicas les cambió completamente el color de sus ojos a rojo, mientras que sus dientes caninos aumentaban su tamaño. -¡¿Va-vampiros?!, ¡¿son reales?!-dije algo estupefacto-¿que hago ahora? -Li, ¿oíste eso? -No, no oí nada. -Da igual, vamos a buscar algún animal, tengo hambre. En ese momento salí corriendo de regreso a mi casa. Traté de dormir, pero no pude, al día siguiente, no conté nada a nadie, en vez de eso, decidí ir a la casa de las chicas. Al llegar, me abrió, para mi sorpresa, Min, que me invitó a pasar. Accedí, le pregunté primero si le gustaba la localidad, y dijo que sí, tuvimos una charla casual antes de que le preguntara que si creía en vampiros, en ese momento, soltó una risa macabra, fue entonces que me dijo: -¡Sé que nos seguiste anoche!-mientras hablaba me amarró con unas cuerdas de cuero a la silla-eres un chico bastante guapo, y créeme que, desde que te vi, me gustaste. -¿Y-y que hay de Li, ella sabe que te gusto? -Ella está enamorada de ti también, pero yo soy más rápida, y más hermosa. ¿No lo crees?-dijo mientras se convertía en vampiresa. -D-desde luego, y eres demasiado guapa, tu cabello es hermoso, y tus labios son increíblemente irresistibles, si me sueltas, podré besar esos dulces labios tuyos. -¡Ja, ja! Buena estrategia, pero no me engañarás tan fácilmente, además, hay algo que debo hacer. Min se lanzó sobre mi y me mordió el cuello. Yo sentía y escuchaba mientras ella bebía mi sangre, hasta la última gota. Quedé inconsciente. Cuando desperté, me encontré en mi cuarto, lo que me condujo a pensar que se trataba de un sueño, pero luego, Min se apareció de la nada enfrente de mí, se acercó mientras yo retrocedía, hasta que quedé contra el muro, entonces me dí cuenta de que aún tenía las heridas en mi cuello. Min me esquinó y me susurró al oído con una voz tan suave que me hipnotizó, a pesar del miedo que sentía, pues sabía que no iría a ningún lugar, que mi débil espíritu había sucumbido a la maldición del amor, y que no volvería a vivir jamás, pero ya estaba muerto. -Este es y será por siempre tu infierno, Ahora eres mío, me perteneces, ¡¡¡POR SIEMPRE!!! Categoría:Vampiros
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