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| - Fue discípulo del Gurú Dev Swami Brahmanand durante más de diez años, sin embargo, cuando éste murió y no lo nombró sucesor, Mahesh decidió ponerse por su cuenta y fue primero a Uttar Kashi, donde vivió del fervor popular por los hombres santos o saddhu que plagan la zona, con lo cual es legítimo decir que el que sería el Maharishi Mahesh Yogi no ha hecho ni un solo día de trabajo honrado y real en toda su existencia, con una vocación de parásito social. Hacia 1955-56 empezó a dar "conferencias" en el sur de la India y descubrió que en eso tenía un enorme éxito, con lo que las "invitaciones" (pagadas) para que hablara se multiplicaron. Allí surgió su idea de que no hay que ser monje ni actuar como tal para alcanzar las más altas metas espirituales, lo cual le abría la puerta para vivir como príncipe vendiendo espiritualidad, cosa que ya empezaba a hacer. Su lanzamiento a internacional fue en noviembre de 1957, cuando habló en el Congreso Vegetariano Mundial explicando que con la meditación podría convertirnos a todos en vegetarianos. Después de ello, formó el Movimiento de la Regeneración Espiritual, que se dedicó a abrir centros de meditación por toda la India. Mahesh, ya convertido en el Maharishi Mahesh Yogi, decidió conquistar el mundo abriendo centros en Birmania, Malasia, Singapur, Hong Kong y, finalmente, Estados Unidos, en enero de 1959, en California. En poco tiempo ya vivía y comía gratis con sus adeptos. En breve, el Maharishi (llamado "the giggling guru" o "el gurú de las risitas", porque constantemente soltaba risitas al hablar con la prensa, según los malpensados porque lo reventaba de risa la idea de que tantos se estuvieran tragando cualquier bobada que se le ocurriera soltar al gordito hindú) tenia chofer, comida de primera y casa con los que iba "iniciando" al mayoreo, y con el tiempo locales para poner sucursales de su negocio. El biógrafo oficial del Maharishi, Paul Mason, cuenta que cuando se necesitó demasiado dinero para cumplir los deseos del Maharishi de tener centros dedicados a sus ideas, algunos propusieron cobrar por verlo, pero otros se preocuparon de que quienes no tuvieran dinero no pudieran "iluminarse". Relata Mason algo que vale la pena citar literalmente: ... se acordó que el pago por la iniciación se relacionaría con los ingresos. En octubre de 1955, Bal Brahmachari Mahesh había declarado: "El camino es recto y la entrada es gratuita". Pero en 1959 se llegó a establecer una cuota del salario de una semana, al parecer según el principio de "A la tierra que fueres, haz lo que vieres". Obviamente, desde el principio el Maharishi se ocupó de "iluminar" preferentemente a los ricos y famosos. Una semana del salario de una estrella de Hollywood "regenera el espíritu" e "ilumina" bastante más que una semana del salario de un carpintero. Algunos de los caprichos del Maharishi son notables, como su gusto por el jugo de uva... lo peculiar no es el gusto por esta bebida en particular, sino que cada uva debía pelarse individualmente para exprimirla, y pasó un tiempo antes de que aceptara un jugo industrializado. El swami comenzó entonces una serie interminable de viajes, de apertura de centros y de establecimiento de diverass organizaciones cuyos ingresos, todos, iban a dar a una cuenta en Suiza. Por ejemplo, a fines de 1959 viajó a Londres y se repitió el esquema: vivir como rey a costa de los "iniciados" como el millonario Henry Nyburg, quien se lo llevó a conocer Suiza, Austria, Francia y Alemania en un Rolls Royce. Hacia 1960, el Maharishi inventa la historia de incorporar "la ciencia" a las enseñanzas tradicionales, poniendo las bases para innumerables estupideces sobre "cuántica" y "ayurveda" que han hecho multimillonario a Deepak Chopra y que son la coartada de numerosos charlatanes. En Alemania dice que sus enseñanzas son las mismas que las de Cristo y Buda, con lo que aumentaba notablemente el número de clientes (es decir "iniciados") potenciales. Fue atacando así todos los países europeos hasta 1961, y en 1962 desembarca en África y publica el libro pretenciosamente intitulado El descubrimiento de la "energía nuclear vital", la teoría del absoluto del Maharishi: el cumplimiento de la teoría de la relatividad del doctor Einstein, sublime tontería que reproducen numerosos engañabobos actuales. Inventa además dos jugosos cuentos. El primero es que hay un Plan Divino para la humanidad, y que humildemente el pobre Maharishi es el encargado de hacer realidad tal plan para salvar a la humanidad. El segundo es el cuento de los "mantras". Un "mantra" es una serie de sílabas o palabras que uno repite hasta la saciedad como parte del proceso de "meditación" en las versiones orientales de esta práctica. En la realidad, aunque la meditación funciona para relajarlo a uno, en el proceso importa un rábano si uno repite o no un mantra. Pero el Maharishi inventó un sistema bastante ingenioso para mantener el asombro de sus seguidores. Según esto, cada discípulo recibía un "mantra" personal e intransferible (como una tarjeta de crédito mística) que, sin embargo, perdería su fuerza mística si se revelaba, era un secreto entre la inocente víctima y su "maestro" de meditación trascendental. Lo asombroso es que si uno se muda, o el maestro se va de juerga, o simplemente durante un viaje quiere dejarle algo de dinero a alguno de los bazares mísiticos del Maharishi, el "maestro" que le toque sabrá "mágicamente" cuál es "su mantra único, singular, personal e intransferible", lo cual sin duda impresiona. Pero se ha descubierto que los mantras son los mismos para todas las personas de cada grupo de edad y sexo, como lo han determinado documentos presentados en los tribunales en casos contra la organización del gurú. Así, según grupo de edades, los mantras son (o solían ser): 12-13 Em, 14-15 Enga, 16-17 Ema, 18-19 Aing, 20-21 Aim, 22-23 Ainga, 24-25 Aima, 26-29 Shiring, 30-34 Shirim, 35-39 Hiring, 40-44 Hirim, 45-49 Kiring, 20-21 Aim, 50-54 Kirim, 55-59 Sham, 60-on Shama. Un mago de escenario aplaudiría, porque el sistema es sin duda ingenioso. No así los ex-miembros de la meditación trascendental, que se han sentido engañados por el gurú y que tienen, entre otras formas de denunciarlo y de apoyarse el Boletín de ex-miembros de el movimiento. En 1963 publicó Science of Being and Art of Living, donde volvía al cuento de que integraba los Vedas con la ciencia moderna. A fines de ese año inventó que, además de la vigilia, el sueño y el sueño profundo (o REM) había un cuarto estado de conciencia ampliada, un quinto, la "conciencia cósmica", y hasta un sexto, la "conciencia de Dios". Como funcionó, tres años después inventó un "séptimo estado" de la conciencia el "Conocimiento supremo". En 1963 también dijo que al meditar se podía cambiar la realidad física alrededor del meditante, algo que derivó en el inexistente Efecto Maharishi. En 1965, el Maharishi consiguió a dos adeptos clave, John Densmore, baterista, y Ray Manzarek, tecladista, que formaron el grupo, The Doors. Y es que los dictados del Maharishi sobre la "conciencia cósmica" y la "liberación espiritual", así como su idea de una "era de Acuario" cayeron en el mundo hippie como anillo al dedo, lo que le valió más seguidores entre los jóvenes rebeldes y, en particular, entre músicos y actores agobiados por el trabajo, relacionados con las drogas, insatisfechos y solos en la cima. En 1966 agregó un adjetivo a su forma de meditación, que ahora era, "meditación trascendental", lo que vendía muy bien. La "meditación trascendental" supuestamente manejaba una cosa inexistente llamada el "campo trascendental", algo así como el "campo magnético" o el "campo gravitacional", pero referido a la conciencia cósmica y que, por tanto, regía o dominaba a todos los demás (esto sería clave de sus afirmaciones más descabelladas en años posteriores).
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