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| - Este incidente no hubiera comenzado una revolución, pero Palmer trató a un segundo paciente de una manera similar: Palmer creía que había tropezado con una nueva técnica médica. Estaba tan convencido de que la terapia quiropráctica ofrece un nuevo enfoque para la asistencia sanitaria que abrió la Palmer School of Chiropractic en 1897 en Davenport, Iowa. Su fama y carisma atrajo rápidamente a muchos estudiantes a la escuela, donde el recurso principal de enseñanza era un libro de texto titulado "El Ajustador del Quiropráctico", escrito por el propio Palmer. En este se describen todos los detalles de su "terapia quiropráctica" en sus 1000 páginas, incluyendo cómo fue que Palmer llegó a dar nombre a su nuevo tratamiento: "Rev. Samuel H. Weed de Portland seleccionó para mí dos palabras griegas, cheir y praxis, que al combinarse se traduce como 'hecho a mano', de la que he acuñado la palabra 'quiro-practica'.Tal vez la característica más sorprendente de la terapia quiropráctica de Palmer fue su ambición. Confiaba en que la manipulación espinal podría hacer frente a todos los males de la raza humana. Para Palmer, la terapia quiropráctica no trataba principalmente sobre el tratamiento de los problemas de espalda. Escribió explícitamente: El noventa y cinco por ciento de todas las enfermedades son causadas por las vértebras desplazadas. Para Palmer, esta afirmación tenía mucho sentido, que ceía a la columna vertebral como clave para la salud de todo el cuerpo. Era muy consciente de que la columna vertebral ofrece la carretera que conecta el cerebro y la médula espinal con el resto del cuerpo por medio del sistema nervioso periférico. Por lo tanto, según Palmer, vértebras desplazadas impactarían los caminos de los nervios, influirían negativamente en los órganos conectados a través de esta vía y por lo tanto causarían enfermedades. En consecuencia, si los quiroprácticos hacen realineamiento de estas vértebras desplazadas entonces podrían curar enfermedades: no sólo la sordera y las enfermedades del corazón, sino todo, desde el sarampión a la disfunción sexual. thumb|300px|Publicidad que anima a las personas interesadas en aprender quiropraxia. Esto ya es una afirmación extraordinaria del buen Palmer. Como se ha mencionado anteriormente en este capítulo, Palmer utiliza el término "subluxación" para describir un desplazamiento en la columna vertebral que da lugar a un bloqueo de la llamada "inteligencia innata" del cuerpo. Palmer desarrolló una teoría mediante la cual la inteligencia innata actúa como guía energética del cuerpo, llevando tanto un significado metafísico y fisiológico. Esta es la razón de por qué creía que el bloqueo del flujo energético perturba gravemente la armonía del cuerpo y puede dar lugar a todo tipo de enfermedades. Es importante hacer hincapié en que la frase "inteligencia innata" no tiene el menor sentido científico más allá de vista única que Palmer tenía del cuerpo humano. Por otra parte, el término "subluxación" se utiliza en la medicina ortodoxa, pero tiene un significado que no tiene nada que ver con el bloqueo de la supuesta inteligencia innata. Si un médico habla de "subluxación", simplemente significa una dislocación parcial de cualquier articulación, tal como una torcedura de tobillo. En resumen, la "inteligencia innata" de Palmer y 'subluxación' no portan ninguna importancia científica. El concepto de inteligencia innata era tan extraño que parecía como si la terapia quiropráctica no fuera una nueva doctrina médica, sino también una nueva religión; algo igual a lo que sucedió con el Diseño Inteligente. De hecho, Palmer considera a Dios como la Inteligencia Universal, guiando a la totalidad de la existencia, lo que significaba que la inteligencia innata representaba la influencia guiadora de Dios dentro del cuerpo humano. En las propias palabras de Palmer: "yo soy el fundador dela quiropraxia en su ciencia, en su arte, en su filosofía y en su fase religiosa". Incluso se comparó con figuras como Cristo, Muhammad y Joseph Smith (fundador del movimiento de los Santos de los Últimos Días, la señora Mary Baker Eddy (fundadora de la iglesia de la Ciencia Cristiana), Martín Lutero y con cualquiera que haya fundado religiones. Los médicos convencionales empezaron a sospechar de la filosofía cuasi-religiosa de Palmer, y estaban especialmente enojados por su extraordinaria afirmación de que la columna vertebral es la causa fundamental de ciertas enfermedades y que la manipulación espinal era la mejor manera de curar a los pacientes. Estaban molestos por su alarde de que "la quiropráctica es una ciencia de la curación sin drogas", y estaban alarmados por su negativa a reconocer el papel de los microbios en la causa de muchas de las enfermedades prevalentes en el momento. Como era de esperar, no pasó mucho tiempo antes de que hubiera una campaña contra Palmer, dirigida por un médico local llamado Heinrich Matthey. Acusó a Palmer de enseñar un concepto médico sin probar científicamente, además de practicar la medicina sin licencia. De hecho, esto llevó a Palmer a ser procesado tres veces, y en la tercera ocasión, en 1906, fue condenado a pasar un tiempo en la cárcel cuando se negó a pagar una multa. En todo caso, esto fortaleció el movimiento de rápido crecimiento: la terapia quiropráctica tuvo su primer mártir, y muchos más le seguirían. El hijo de Palmer era Bartlett Joshua Palmer, y fue él quien siguió promoviendo la terapia quiropráctica mientras que su padre estaba indispuesto. Se convirtió en un sujeto de éxito por derecho propio, hasta el punto de que pudo comprar el primer coche en Davenport, pero por desgracia, en el 27 de agosto de 1913, atropelló a su padre en su propio desfile de bienvenida en la Escuela Palmer de Quiropráctica. Palmer murió apenas unas semanas después -oficialmente la causa de la muerte se registró como fiebre tifoidea, pero parece más probable, que su muerte fue el resultado directo de las lesiones causadas por su hijo con el coche. De hecho, se especula que esto no fue un accidente, sino más bien un caso de parricidio, según ciertas fuentes no tan confiables. Padre e hijo se habían convertido en rivales por la dirección del movimiento de la quiropraxia. También B. J. Palmer siempre estuvo resentido con su padre y la forma en que había tratado de forma abusiva a su familia.
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