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| - thumb|220px|Nnoitra y Nelliel en el pasado Muchos años antes de los eventos principales narrados en la serie, Nnoitra ocupaba la posición de Octava Espada, chocando en aquel entonces en un gran número de ocasiones con la única mujer que se encontraba por encima de él en la jerarquía, la Tercera Espada, Nelliel Tu Odelschwanck. Negándose a admitir que una mujer pudiera ser más fuerte que él, Nnoitra retaba a duelos constantemente a Nelliel, quien invariantemente lo superaba pero le perdonaba la vida. Nelliel le respondía entonces que ella no le consideraba un adversario digno, sino tan sólo un animal movido por sus instintos más primarios, algo que no hacía más que enfurecer a Nnoitra. Al parecer, Nelliel y Nnoitra recorrieron durante algún tiempo el Hueco Mundo en busca de Vasto Lorde a los que reclutar, y en el transcurso de aquellos viajes se produjeron más choques entre ambos. Aunque Nelliel criticase el hecho de que Nnoitra matara a todos los Hollows y Arrancar con los que se cruzaban, ésta llega a protegerle en una ocasión, explicándole más tarde que sólo lo hacía porque Aizen no podía permitirse perder a uno de sus Espada. Harto de ser menospreciado por Nelliel, Nnoitra acaba aliándose con Szayelaporro Granz (que por aquel entonces aún no era un Espada) para atacar por sorpresa a la Tercera Espada y acabar con ella aunque sea de forma traicionera. En un primer lugar, Nnoitra arranca sus máscaras a los miembros de la Fracción de Nelliel, Pesche Guatiche y Dondochakka Birstanne, con el simple objetivo de provocarla y que le ataque. Al ver a sus amigos heridos, Nelliel se encara con Nnoitra, pero finalmente se revela que la inventiva de Szayel había permitido crear una imagen ilusoria de Nnoitra, permitiendo al verdadero atacar por la espalda a Nelliel, rompiéndola la máscara a la altura de la frente y dejándola inconsciente. Con la colaboración de Szayel, Nnoitra lanza los cuerpos de la Tercera Espada y su Fracción al desierto del Hueco Mundo para después contemplar con estupefacción como su vieja enemiga adquiere una forma infantil. En los siguientes años, el poder de Nnoitra sigue aumentando, probablemente gracias a la mediación de la Hōgyoku, permitiéndole ocupar el puesto de la Quinta Espada.
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