thumb|216px|Nave Lanzadera clase Arvus Las Flotas Civiles son uno de los tres componentes de la Flota Imperial junto a las Flotas Mercantes y las Flotas de Batalla. Las Flotas Civiles se componen de naves interestelares de propiedad privada que operan a lo largo de rutas autorizadas por los mandos navales. Aunque la vasta mayoría de naves interestelares forman parte de las Flotas Mercantes, hay varios miles de naves registradas a nombre de individuos, familias o cárteles comerciales. Todas las naves de propiedad privada circulan por rutas autorizadas para ellas por las autoridades navales responsables de la navegación dentro del Segmentum en el que se encuentren. Las licencias de ruta deben ser compradas y renovadas tras un tiempo fijado, normalmente cien años. Esto significa que a unas po
thumb|216px|Nave Lanzadera clase Arvus Las Flotas Civiles son uno de los tres componentes de la Flota Imperial junto a las Flotas Mercantes y las Flotas de Batalla. Las Flotas Civiles se componen de naves interestelares de propiedad privada que operan a lo largo de rutas autorizadas por los mandos navales. Aunque la vasta mayoría de naves interestelares forman parte de las Flotas Mercantes, hay varios miles de naves registradas a nombre de individuos, familias o cárteles comerciales. Todas las naves de propiedad privada circulan por rutas autorizadas para ellas por las autoridades navales responsables de la navegación dentro del Segmentum en el que se encuentren. Las licencias de ruta deben ser compradas y renovadas tras un tiempo fijado, normalmente cien años. Esto significa que a unas pocas naves privadas les gusta probar suerte con los efectos de dilatación del tiempo en los viajes largos. Una licencia puede caducar antes que la nave concluya su viaje. Las flotas civiles normalmente hacen ofertas por las licencias de viaje que utilizan y esas rutas van a la flota que está dispuesta a pagar más por ella. Este sistema permite al Imperio mantener rutas que, por cualquier razón, encuentra inconveniente aprovisionar con sus propias naves. Además de permisos de ruta, la administración naval también produce licencias de un solo viaje. Muchas de las flotas más pequeñas logran sobrevivir precariamente solo a base de licencias únicas. Quién capitanea una nave civil es algo que depende exclusivamente de sus propietarios. En muchos casos el propio dueño es el capitán, pero en las flotas más grandes los titulares nombran a un capitán que en definitiva es uno de sus empleados.