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| - thumb|350px|Nave Espectral Eldar Las Naves Espectrales Eldars están formadas casi en exclusiva por hueso espectral puro extraído de la Disformidad, y son casi consideradas como el modelo típico de nave de los Mundos Astronave Eldars por sus líneas elegantes y limpias. Su núcleo y esqueleto vivo está hecho de ésta substancia, lo que lo sintoniza psíquicamente con las frecuencias empleadas por los Eldars al crear canales de energía psíquica, y a él se conectan todos los sistemas de la nave, que extraen su energía y se comunican internamente unos con otros a través de dichos canales psíquicos de forma instantánea, casi convirtiendo a la nave en un ser vivo por derecho propio. El casco exterior, que recubre el núcleo de hueso espectral y conforma las principales divisiones internas de la nave,
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| - thumb|350px|Nave Espectral Eldar Las Naves Espectrales Eldars están formadas casi en exclusiva por hueso espectral puro extraído de la Disformidad, y son casi consideradas como el modelo típico de nave de los Mundos Astronave Eldars por sus líneas elegantes y limpias. Su núcleo y esqueleto vivo está hecho de ésta substancia, lo que lo sintoniza psíquicamente con las frecuencias empleadas por los Eldars al crear canales de energía psíquica, y a él se conectan todos los sistemas de la nave, que extraen su energía y se comunican internamente unos con otros a través de dichos canales psíquicos de forma instantánea, casi convirtiendo a la nave en un ser vivo por derecho propio. El casco exterior, que recubre el núcleo de hueso espectral y conforma las principales divisiones internas de la nave, también es cultivado y diseñado para formar mamparos, puertas, suelos, conductos y otros objetos físicos. El hueso espectral es forjado por un tipo especial de Eldar, llamado Aeda Óseo, que usan sus poderes psíquicos para moldear el crecimiento del hueso espectral y darle las formas que deseen. Debido a la singularidad de la ingeniería psíquica Eldar, las astronaves resuenan con energía psíquica receptiva, así que los pilotos y tripulaciones de dichas naves están en sintonía con el funcionamiento de la nave, y casi podría decirse que pueden percibir su esencia, al estar conectados sus sistemas a, y ser alimentados por, el núcleo de hueso espectral. Quizá por ello procuran disponer las velas solares de forma perfecta, efectuando correcciones segundo a segundo, para obtener el máximo de la energía solar necesaria para dirigir la nave. Dicha conexión, a través de la cual sus pilotos literalmente sienten el viento solar en las velas de sus naves y notan la flexibilidad de la estructura de la nave y la tensión del movimiento de su esqueleto de hueso espectral, les otorga asimismo la legendaria maniobrabilidad y agilidad, desconocida en una nave de casi tres kilómetros de longitud, que les permite escapar del fuego enemigo o para conseguir la mejor posición de ataque, lanzándose contra el enemigo ya no como una nave, sino como un ave rapaz que se abalanzara contra su presa.
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