Se llama colodión húmedo porque la placa ha de permanecer húmeda durante todo el procedimiento de toma y revelado de las imágenes. Esto suponía que los fotógrafos tenían que llevar consigo el laboratorio fotográfico a fin de preparar la placa antes de la toma y proceder a revelarla inmediatamente. Se generalizó así el uso de tiendas de campaña y carromatos reconvertidos en laboratorios para los fotógrafos que trabajaban en el exterior.
Se llama colodión húmedo porque la placa ha de permanecer húmeda durante todo el procedimiento de toma y revelado de las imágenes. Esto suponía que los fotógrafos tenían que llevar consigo el laboratorio fotográfico a fin de preparar la placa antes de la toma y proceder a revelarla inmediatamente. Se generalizó así el uso de tiendas de campaña y carromatos reconvertidos en laboratorios para los fotógrafos que trabajaban en el exterior. Otro de los inconvenientes de este método era el de la fragilidad de las placas de vidrio empleadas como soporte, que a veces acababan rayadas o rotas, posteriormente. Con el empleo de este procedimiento se consiguió reducir el tiempo de exposición a unos segundos, lo cual provocó una disminución de los costes. Otra de las grandes ventajas era la estabilidad de la emulsión empleada. Su generalización motivó el abandono del empleo de otros procedimientos como el daguerrotipo, ya que permitía obtener varias copias, o el calotipo. También supuso la popularización del acceso al mercado de imágenes de famosos por parte de la burguesía y las escasas clases medias.