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| - El Megaroid es el resultado de los experimentos de Dragüd, un proyecto que pudo realizarse gracias a los restos de un Metroid muerto que los piratas encontraron en un planeta desconocido. Tenía como finalidad ser usado como arma biológica, pues era un Metroid más agresivo y sumiso. Tiende a buscar las mayores fuentes de energía que pueda sentir a su alrededor. La primera etapa del Megaroid es una membrana parecida a la que comparten otros miembros de la especie, recubierta por un cristal triangular; cuando nace, la coraza cristalina se rompe y la membrana cambia a una formación de cristales puntiagudos, a partir de este instante es capaz de alimentarse de energía, haciendo esto puede proseguir con su crecimiento. La siguiente etapa consiste en una forma esférica de donde brotan cristales y algunas membranas alrededor de todo su cuerpo, pero lo más notable es la aparición de un rostro con ojos muertos y colmillos. En la última etapa, el Megaroid se "rompe" en cientos de pedazos que en realidad resultan ser la misma criatura pero multiplicada; se desconoce si luego de esto vuelven a pasar por el mismo proceso anterior. Esta criatura es capaz de crear una clase de tentáculos, similares a raíces, que pueden atacar a varios objetivos a la vez, incluso son capaces de perforar blindajes gruesos como el de naves espaciales. No solo puede absorber la energía de seres vivos, también puede hacerlo sobre la energía artificial como el de la Nave de Dragüd y crecer a niveles inimaginables. Posee también la habilidad de flotar. Otra característica de esta criatura es que su debilidad contra el frío desaparece, en cambio su nuevo punto débil consiste en un shock térmico, es decir que calentándolo demasiado y luego enfriándolo causa que su cuerpo cristalino se quiebre, aunque tampoco pueden resistir temperaturas extremadamente altas, como el de la lava.
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