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| - Ha habido en estos últimos años, un reciente movimiento musical de un pequeño pero apasionado grupo de personas que abogan por un cambio de afinación en la música de 440 Hz a 432 Hz. Sus defensores afirman que la música en sintonía con esta frecuencia resulta en un sonido "natural" más sonoro y que, en última instancia, logra que cada uno de nosotros sea más feliz y más tranquilo. Se afirma que la música a 432 Hz repara el ADN y cura dolencias del cuerpo humano. Abundan en la Red los consejos de cómo reafinar las bibliotecas de música y los instrumentos, y los beneficios de la adaptación son celosamente exagerados por los defensores de ésta práctica. Estas recomendaciones son a menudo acompañadas por afirmaciones conspiratorias. Cualquier interés popular en el análisis musical - la investigación sobre los mecanismos complejos y hermosos que hacen que la música funcione- es raro y bienvenido, y las nuevas ideas, subversiones y revoluciones son elementos vitales del progreso musical. Todas las tradiciones musicales, fosilizadas actualmente, son edificadas sobre las ideas revolucionarias de la época, por lo que este - como cualquier otro - movimiento que desafía a la homogeneidad en la práctica musical, dondequiera que surjan, merece seria consideración. ¿Alguien ha probado esto científicamente? El especialista en acústica, Hugo Fastl, ha comparado la música clásica sintonizada a 432 Hz con música a 440 Hz empleando métodos psicoacústicos adecuados. Presentó su trabajo en la reciente conferencia de la ACI en Montreal. Gran parte de la música clásica fue compuesta con una frecuencia de sintonía inferior de 432 Hz. Esto es lo que probó Fastl. Él utilizó un piano de cola Welte- Steinway impulsado por papel perforado que había capturado las actuaciones de pianistas famosos, como Claude Debussey. El piano fue afinado a 440 Hz para las grabaciones realizadas. Y luego se volvió a afinar a 432 Hz para hacer nuevas grabaciones. Se realizaron pruebas de escucha para que los sujetos pudieran comparar y calificar las grabaciones. No hubo preferencia para las grabaciones en 432 Hz, si acaso hubo una ligera preferencia por las afinadas a 440Hz. Pero con el fin de comprender los efectos de estas medidas, deben ser discutidos algunos conceptos básicos de la frecuencia y el tono.
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