Fue reclutada en el Adeptus Arbites después del asesinato de su tía abuela y del resto de su noble familia cuando asistía al Universitariado a la edad de 15 años. Fue interrogada por un Ejecutor del Universitariado y por un Juez del Arbites (cuyo nombre no recuerda ni nunca ha buscado) el cual vio la fe de la joven en la ley así como la ira que la colmaba. El juez creyó que los dos rasgos harían de ella una recluta con excelentes cualidades para los Arbites, y no se equivocó. Cuanto más avanzaba su interrogatorio, más se convertía en un examen de reclutamiento.
Fue reclutada en el Adeptus Arbites después del asesinato de su tía abuela y del resto de su noble familia cuando asistía al Universitariado a la edad de 15 años. Fue interrogada por un Ejecutor del Universitariado y por un Juez del Arbites (cuyo nombre no recuerda ni nunca ha buscado) el cual vio la fe de la joven en la ley así como la ira que la colmaba. El juez creyó que los dos rasgos harían de ella una recluta con excelentes cualidades para los Arbites, y no se equivocó. Cuanto más avanzaba su interrogatorio, más se convertía en un examen de reclutamiento. Años después su creencia en la incorruptibilidad del Arbites y la inevitabilidad de un futuro donde imperaría la ley fue demolida sin reparación posible por lo que se vio obligada a hacer durante una misión llevada a cabo bajo los auspicios de la Inquisición. Abordada por el Lord Mariscal Goreman, Drusil estuvo de acuerdo en dirigir la Divisio Immoralis, una idea experimental del Lord Mariscal para aplicar la ley imperial.