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| - Tras resolverse la crisis interna por le sucesión al trono Inca entre Atahualpa y Huasacar, el Imperio logró generar mecanismos que evitarían en el futuro situaciones como la de este tipo. Éste es uno de los factores que explica la consolidación de dicha unidad política que logró durante el siglo XVI la asimilación de un basto territorio. Hacia la segunda mitad de este siglo se realizaron importantes avances en la navegación que permitieron tomar contacto con pueblos mesoamericanos costeros que se encontraban bajo el dominio del Imperio Azteca. Los pueblos sometidos por éste se habían intentado rebelar varias veces contra sus opresores. La superioridad militar azteca hizo fracasar estas intentonas, pero demostraba lo poco solido de este Estado. Sabiéndose débiles los aztecas permitieron la instalación de colonias incas en las costas mexicanas. Los pueblos de los alrededores comenzaron a pedir protección a los incas a cambio de tributos para evitar que sus habitantes siguieran siendo capturados para la práctica de sacrificios humanos. Los incas al principio sólo protegieron algunas pequeñas comunidades, lo cual fue visto por el Imperio local con temor, aunque no se atrevieron a reaccionar contra los recién llegados, sino que buscaron la solución en sus ancestrales dioses y para conseguir su favor aumentaron la captura de prisioneros para los sacrificios. Pasando algunos años el Imperio Inca organizó una gran rebelión contra el Imperio Azteca respaldada por tropas provenientes de todo su territorio. Así, la conquista se hizo fácil, con lo que los incas abarcaron un territorio aún mayor, de lo que ahora se convertía en el Imperio de los cinco suyos. La conquista del Imperio Azteca conllevó para los incas, junto con el problema de asimilación de los nuevos pueblos, algunos problemas nuevos. En primer lugar el poseer por primera vez un territorio que no se podía conectar por redes viales debido a la impenetrable e indomita selva centroamericana y, en segundo lugar, la existencia de un Ejército más poderoso que el que hasta entonces había tenido el Imperio lo que le podá acarrear problemas institucionales. Se establece un plan de cuatro puntos: 1.- Asimilación pacífica de los pueblos que conformaban el Imperio Azteca y de las comunidades cercanas a éste. 2.- Expandirse por la selva centroamericana en dirección sur-norte quemando terrenos y asimilando o conquistando a las comunidades locales. 3.- Continuar el desarrollo de la navegación y con ella las rutas de conexión marítimas y fluviales. 4.- Trasladar el excedente de tropas hacia la frontera sur del Río Maule con el objeto de emprender la conquista del pueblo mapuche. En las décadas siguientes las comunidades mesoamericanas se asimilaron a los conquistadores, lo cual se facilitó porque por la conexión por tierra y mar. El territorio sur del Imperio, en cambio, debió contar con la presencia permanente de soldados que lograran mantener el control del hostil territorio mapuche, el cual no fue abandonado ante el temor que le significaba al Cuzco el desarmar un Ejército que se podía trasladar al centro del Imperio. Otro motivo para no abandonar el sur era el de encontrar una ruta que permitiera explorar la costa oriental del continente y conectarla mediante rutas con la costa occidental. Fue con esta idea que el Imperio se dio a la tarea de realizar exploraciones marítimas que dieron como resultado el descubrimiento del Estrecho de Magallanes y una serie de nuevos territorios en los que fueron instalándose colonias incas en las costas de Argentina y Brasil. El problema del paso encontrado por los exploradores era que se encontraba demasiado al sur y era de difícil navegación. A este factor se sumó que las observaciones astronómicas daban la certeza de la redndez de la tierra, por lo que algunos sabios plantearon la posibilidad de conectar ambas costas dando la vuelta al mundo, idea que otros objetaban por sostener que aquel viaje sería demasiado extenso.
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