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| - ¿Quién no ha jugado al famoso survival horror Left 4 Dead? Yo soy un gran fanático de este género de videojuegos, incluso me paso toda la noche jugando Left 4 dead online con amigos, siempre jugamos versus para saber quién es el mejor y por supuesto, para saber quién es el más 'noob' jajaja. Todo comenzó un día cualquiera cuando yo (Pablo) y mis amigos (Juan, Roberto, Pedro) salimos al parque a charlar sobre las mujeres y las fiestas, al terminar la conversación y justo cuando nos íbamos ir a casa, Juan pregunto si íbamos a quedarnos en su casa esta noche para darle una buena partida de Left 4 dead, mis amigos respondieron que estarían fascinados de ir a jugar left 4 dead, menos yo, porque no estaba seguro si mi madre me iba a dar el permiso.
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| - ¿Quién no ha jugado al famoso survival horror Left 4 Dead? Yo soy un gran fanático de este género de videojuegos, incluso me paso toda la noche jugando Left 4 dead online con amigos, siempre jugamos versus para saber quién es el mejor y por supuesto, para saber quién es el más 'noob' jajaja. Todo comenzó un día cualquiera cuando yo (Pablo) y mis amigos (Juan, Roberto, Pedro) salimos al parque a charlar sobre las mujeres y las fiestas, al terminar la conversación y justo cuando nos íbamos ir a casa, Juan pregunto si íbamos a quedarnos en su casa esta noche para darle una buena partida de Left 4 dead, mis amigos respondieron que estarían fascinados de ir a jugar left 4 dead, menos yo, porque no estaba seguro si mi madre me iba a dar el permiso. Nos pusimos de acuerdo en que nos veremos a las 10:00 en casa de Juan, aun estaba con la duda de si mi madre me daría el permiso, llegué a casa, cuando abrí la puerta estaba mi madre en el sofá viendo sus telenovelas preferidas, mientras veía la tele le pregunté si podía ir a casa de Juan, ella con un tono grave me dijo que no, le volví a insistir que me dejara ir, otra vez me dijo que no. Desanimado, corrí hacia a mi habitación, prendí la computadora para decirle a Juan que no podía ir a su casa, pero de pronto una linda y hermosa bombilla se prendió arriba de mi cabeza, como mi madre dormía temprano y mi padre se emborracha en clubes nocturnos, aproveché de idear un plan, escaparme de casa. Llegó el día, mi mamá dormía profundamente en su cama, mi padre por desgracia no estaba, entonces aproveché ese momento de huir y...... adivinen... ¡Lo logré!, fui corriendo por las frías calles y la escasa luz que había no me dejaba ver por donde iba. Llegué a un barrio residencial donde vivía Juan, él era de clase alta, pero en fin nosotros eramos sus mejores amigos.
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