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| - Sin contar de esa cantidad de votos indispensables de la izquierda más dura, y concretándose dichos sufragios como nulos, Lavín vencería en el balotaje con tan solo 37 mil votos de ventaja, poniendo punto final no solo a diez años de gobierno de la coalición de centroizquierda sino que también al periodo histórico conocido como transición a la democracia, instaurando una alternancia de ambos bloques hegemónicos que se mantendría hasta la actualidad. Luego de asumir la presidencia, el nuevo mandatario debe hacer frente al desempleo, a la crisis asiática, y a la inestabilidad política de la región, revertidos con gran esfuerzo y un importante apoyo popular. Asimismo, el nuevo mandatario logra concretar y materializar avances sociales y de infraestructura prometidos en campaña, hecho que permite mejores resultados electorales posteriores a su gobierno para su sector. Es tan solo el comienzo de una serie de acontecimientos con resultados distintos y divergencias que ocurrirían tanto en Chile como en Latinoamérica, el inicio de la sana alternancia en el poder entre la izquierda y la derecha que impediría el establecimiento permanente del populismo en la región.
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