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| - (Ingl. baths, en ¡r. bains, en alemán ba?der). Los baños han sido empleados en todos tiempos y paises, tanto por lo que respecta á la salubridad como á la limpieza y al bienestar que de ello resulta. Aqui solo nos toca hablar de las vasijas que generalmente se usan para tomar baños, y que se denominan ellas mismas barios, y á veces bailaderas. Se llaman pilos cuando son de piedra. Se construyen generalmente las banaderas de cobre estañado á causa de la facilidad con que el cobre se trabaja, y porque el palastro y hasta la hoja de lata fácilmente son atacados de orín. De poco tiempo á esta parle se construyen de hierro galvanizado que duran tanto como las de cobre, teniendo las ventajas de ser mas baratas. Para los baños sulfurosos que atacarían el cobre, se usan banaderas de madera que tie
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| - (Ingl. baths, en ¡r. bains, en alemán ba?der). Los baños han sido empleados en todos tiempos y paises, tanto por lo que respecta á la salubridad como á la limpieza y al bienestar que de ello resulta. Aqui solo nos toca hablar de las vasijas que generalmente se usan para tomar baños, y que se denominan ellas mismas barios, y á veces bailaderas. Se llaman pilos cuando son de piedra. Se construyen generalmente las banaderas de cobre estañado á causa de la facilidad con que el cobre se trabaja, y porque el palastro y hasta la hoja de lata fácilmente son atacados de orín. De poco tiempo á esta parle se construyen de hierro galvanizado que duran tanto como las de cobre, teniendo las ventajas de ser mas baratas. Para los baños sulfurosos que atacarían el cobre, se usan banaderas de madera que tienen el inconveniente de agrietarse en virtud de las alternativas de humedad y sequedad áque están sometidas, ó mejor He banaderas de zinc que poco ó nada son atacadas por los suUuros alcalinos que las aguas tienen en disolución. También se hallan particularmente en los establecimientos termales banaderas de madera forradas con placas de mármol pulimentado, ó de loza, que son muy elegantes y de mucha duración, si bien es preciso confesar que su peso impide colocarlas en los pisos superiores, y que por su precio elevado se emplea con poca frecuencia. La forma de las banaderas puede variar al infinito, siendo generalmente ovoidea , porque esta disposición disminuye algún tanto la cantidad de agua necesaria para tomar un baño. Su número varía en las casas de baños aegun la necesidad, la localidad ó la concurrencia, y pueden situarse en cualquiera de los pisos, pero siempre haciendo de manera que el depósito de agua caliente esté situado en la parte superior, á fin de poderlo distribuir convenientemente. La parte mas importante de una casa débanos vista la gran concurrencia á este género de esta- blecimientos, y por consiguiente el bajo precio á quese sirven, es la alimentación de agua caliente que debe ser todo lo económico posible. Como el agua caliente que sirve para la provisión de las banaderas no debe calentarse á mayor temperatura que la de 70 ú 80°, se puede, por decirlo asi, utilizar en esta suerte de calefacción toda la potencia calorífera del líquido, haciendo que los productos de la combustión tengan un desarrollo circular en el interior de la masa líquida, para quo no se lancen á la atmósfera sino á una temperatura inferior á la de 400°, pero en este caso el tiro del horno y por consecuencia la cantidad de agua calentada en un tiempo dado, se hallan considerablemente disminuidos. Por lo demás se puede restablecer y hasta aumentar con mucho el tiro del horno mediante un ventilador, que se pone en movimiento casi sin gastos, en ciertas circunstancias con ayuda de una rueda establecida en una de las paredes del edificio. Asi, según Mr. Péclet, existe en los barios de Vigier una caldera que descansa en un horno cuyo tiro está determinado por un ventilador v que utiliza casi la totalidad de la potencia calorífica del combustible. Lo que hay de mas sencillo es disponer el hogar en el deposito mismo y hacer circular los productos de la combustión en cierto número de tubos que sigan un camino bastante largo en el interior del depósito. En un aparato de este género presentado por Mr. Lemare á la Sociedad de Fomento, han bastado menos de dos horas y 33 kilogramos de hulla para conducir 2,000 litros dé agua á la ebullición. De los aparatos en grande es el mas económico que hasta el diase ha establecido. Pesaba cerca de 1,000 kilogramos y costaba con la válvula y los tubos 2,000 francos. A medida que el número de los baños disminuye, el gasto aumenta en una proporción muy rápida con relación al capital invertido en el aparato. Adema s tales aparatos están sujetóse frecuentes reparaciones, y por lo mismo deben ser preferidos los llamados de circulación. De la instructiva y era- dita obra de Mr. Péclet copiamos la descripción de un aparato de este género establecido por Tho- mas y Laurens, el cual da esceleotes resultados. Es un verdadero calorífero de agua caliente que ofrece la ventaja de separar él depósito del aparato de calefacción, bien que este obra siempre sobre la parte mas fría del líquido. Este aparato (/!
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