La personalidad impaciente de Hitler impidió la adopción de una estrategia adecuada que permitiera un triunfo en el conflicto, cuando si bien la victoria no estaba asegurada, había alguna posibilidad. En esta historia alternativa, sin tanta impulsividad, los alemanes se deciden por la estrategia periférica de Raeder en vez de la infructuosa Operación Barbarroja.
La personalidad impaciente de Hitler impidió la adopción de una estrategia adecuada que permitiera un triunfo en el conflicto, cuando si bien la victoria no estaba asegurada, había alguna posibilidad. En esta historia alternativa, sin tanta impulsividad, los alemanes se deciden por la estrategia periférica de Raeder en vez de la infructuosa Operación Barbarroja. Pero en esta ficción, el nazismo alemán tampoco ganará. Los mismos sectores militares escépticos del sistema ponen en marcha un atentado que pondrá término a la vida del líder germano, tras lo cual, después de un sinfín de negociaciones, se llegará a la paz con los Aliados.