La antigua orden de los Klaxxi ha llegado a una triste conclusión: la emperatriz corrupta Shek'zeer debe ser derrocada. Tradicionalmente, a los dirigentes mántides los sustituye un sucesor cuidadosamente elegido cuando ya son ancianos, pero la sustituta de Shek'zeer aún es demasiado joven y débil para sucederla. Por ello, los Klaxxi no tienen otra opción que matar a la emperatriz. Si no actúan pronto, toda Pandaria podría sucumbir ante los enjambres insaciables de los mántides.
La antigua orden de los Klaxxi ha llegado a una triste conclusión: la emperatriz corrupta Shek'zeer debe ser derrocada. Tradicionalmente, a los dirigentes mántides los sustituye un sucesor cuidadosamente elegido cuando ya son ancianos, pero la sustituta de Shek'zeer aún es demasiado joven y débil para sucederla. Por ello, los Klaxxi no tienen otra opción que matar a la emperatriz. Si no actúan pronto, toda Pandaria podría sucumbir ante los enjambres insaciables de los mántides.