rdfs:comment
| - Un taxista en Guadalajara circulaba por las calles en busca de algún pasajero. Era una noche malísima y no había sacado ni para comprarle leche a sus hijos. Estaba muy preocupado, y le pedía a Dios que le enviara un pasajero para poder regresar a su casa con dinero en los bolsos, porque en todo su trayecto no había conseguido ninguno. Pasó mucho tiempo en recorrido por la ciudad, y de pronto se encontraba alrededor del panteón Belén, a las 12:00 hrs exactas. Frente a las puestas del panteón, de pie, aparecía una chica vestida de negro, con el cabello sobre su rostro.
|
abstract
| - Un taxista en Guadalajara circulaba por las calles en busca de algún pasajero. Era una noche malísima y no había sacado ni para comprarle leche a sus hijos. Estaba muy preocupado, y le pedía a Dios que le enviara un pasajero para poder regresar a su casa con dinero en los bolsos, porque en todo su trayecto no había conseguido ninguno. Pasó mucho tiempo en recorrido por la ciudad, y de pronto se encontraba alrededor del panteón Belén, a las 12:00 hrs exactas. Frente a las puestas del panteón, de pie, aparecía una chica vestida de negro, con el cabello sobre su rostro. Las lámparas de la calle estaban apagadas, solo estaban las luces del taxi encendidas. Ella le dio seña para que parara, y él se detuvo, le abrió la puerta, y ella subió. Le dijo que la llevara algún lugar donde vendieran pozole. Él arrancó el vehículo, mientras pensaba adónde la llevaría, consternado por su petición a tan altas horas de la noche. Se acordó que había restaurantes por la central vieja y para allá se dirigió. Durante el trayecto no se explicaba por qué ella le provocaba miedo. Cuando aparcó frente a un restaurante que permanecía abierto, ella extendió la mano y le dio un billete de $ 50.00. Él observó una mano huesuda, arrugada y muy fría. Lo que le dio más terror eran sus uñas largas, gruesas y negras. Cogió el dinero tembloroso y ella bajó del taxi, sin esperar cambio. Caminó unos cuantos pasos y se metió a la fonda. El chófer asustado, pensaba: "Será una aparecida o mi imaginación". Consumido por las dudas, bajó del auto y preguntó al recepcionista por la joven de negro. "Aquí no entró ninguna chica. No ha entrado ninguna muchacha con la descripción que me da." Categoría:Fantasmas
|