El segundo a nada teme.
El tercero come cuanto puede.
nuestra tierra los cuatro llamaron hogar.
Algunos se agazapan, por las sombras consumidos.
Otros se alzan y estiran el cuello para observar.
Aunque ninguno de ellos en este sagrado túmulo ha vivido,
Todos exigen tu atención si deseas continuar.
El primero teme a todo.
Pero solo cuando solos están.
Todos deben activarse en orden.
Preferiblemente al primero.
El cuarto teme al segundo.