Este sombrero superpoderoso es más una peluca que otra cosa, pero poco importa ya que es superpoderoso. A su propietario le gustaba disfrazarse y hacerse pasar por otras personas para aprovecharse de los inocentones. Sus lúgubres juegos fueron descubiertos al final, al igual que su cráneo cuando le quitaron la cofia. Su inmenso talento le salvó la vida ya que se le propuso, unos días antes de ser ajusticiado, esculpir una estatua gigante con la efigie de las partes íntimas de Mulubo. Aún así lo quemaron vivo tras haber acabado la estatua.