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| - Érase una noche en donde todo estaba cubierto por la niebla, nada quedaba libre del misterio, era como si estuvieses en medio de un bosque oscuro tú solo, era aterrador. Eduardo, un chico al que le aterrorizaba la oscuridad, tuvo que superar una prueba que para él, era la más difícil de hacer. Sus amigos, Santiago y Nadia le propusieron que quede sólo en un cementerio local por más de 4 horas. Adentro del cementerio, Eduardo comenzó a caminar, cuando oyó que unas ramas habían sido pisadas. Rápidamente miró quien era, pensando que eran sus amigos.
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| - Érase una noche en donde todo estaba cubierto por la niebla, nada quedaba libre del misterio, era como si estuvieses en medio de un bosque oscuro tú solo, era aterrador. Eduardo, un chico al que le aterrorizaba la oscuridad, tuvo que superar una prueba que para él, era la más difícil de hacer. Sus amigos, Santiago y Nadia le propusieron que quede sólo en un cementerio local por más de 4 horas. Estaba todo oscuro, Eduardo no sabía hacia dónde ir, cerca de él había un panteón en donde sus abuelos decían que ocurrían cosas extrañas. Al pobre chico le helaba la sangre y no podía moverse del terror, pero lo peor estaba por ocurrir. Nadia le dijo a Santiago si ya no era suficiente, pues habían transcurrido 2 horas, Santiago respondió que Eduardo prometió que se quedaría 4 horas adentro sin temor alguno, cosa que era mentira, si temía. Adentro del cementerio, Eduardo comenzó a caminar, cuando oyó que unas ramas habían sido pisadas. Rápidamente miró quien era, pensando que eran sus amigos. Luego siguió caminando, cuando divisó una imagen extraña frente a una estatua de un ángel, Eduardo pensó que era otra broma de sus amigos pero después de pestañear desapareció la luz y la volvió a ver entrando hacia un panteón. El chico estaba temblando, gritó una y otra vez para que lo saquen de allí pero nadie lo escuchaba, ni siquiera Santiago y Nadia. Comenzó a correr a toda prisa cuando tropezó con una rama y sintió que alguien lo sujetaba de las piernas. Eduardo quiso levantarse, pues ya se había liberado de la rama pero siguió sintiendo que lo sujetaban y fue en ese instante cuando volteó la cabeza, que vio lo más aterrador de la noche... CONTINUARÁ
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