Durante su niñez en el Submundo, ella y su familia vivían en la misma calle en la que vivía un joven Calavera, viviendo enfrente de él hasta que el momento en que su padre encontró trabajo en el Mundo Profundo, de modo que Carabolo y su hermana se vieron obligados a mudarse allí.
Durante su niñez en el Submundo, ella y su familia vivían en la misma calle en la que vivía un joven Calavera, viviendo enfrente de él hasta que el momento en que su padre encontró trabajo en el Mundo Profundo, de modo que Carabolo y su hermana se vieron obligados a mudarse allí. Años después, ella y Calavera quedaron una vez en el supermercado del Mundo Profundo para una cita. Sin embargo, la cita duró poco debido a que Calavera no podía darse el lote con ella por culpa de los bolos que le salían de la cabeza, ya que se metían en sus ojos cada dos por tres. Por ello, Calavera terminó dejando plantada a la chica sin darla ninguna explicación, haciendo que esta se preguntara toda su vida por qué la dejó plantada de aquella manera.